Venezuela celebró este domingo elecciones municipales para elegir alcaldes y concejales, comicios que se desarrollaron en un clima de marcada apatía y desconfianza ciudadana, y bajo la condena de la principal coalición opositora, que los calificó de «farsa electoral». Mientras el oficialismo se adjudica una mayoría de cargos, la oposición asegura que el 90% del país le dio la espalda al dictador Nicolás Maduro al abstenerse masivamente.
Según el primer boletín oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE), correspondiente al 82.45% de los votos transmitidos, la participación fue del 44% de los «electores activos», lo que representa un 29% del padrón electoral total de más de 21.5 millones de venezolanos. El dictador Nicolás Maduro afirmó que el oficialismo ganó 285 de las alcaldías en disputa, frente a 50 obtenidas por la oposición. Aliados del dictador Maduro se adjudicaron la mayoría de los cargos, tal como ocurrió en los comicios regionales y legislativos de mayo.
Sin embargo, la líder opositora María Corina Machado ofreció una visión radicalmente diferente. «Hoy, el 90% le dijo NO a MADURO», escribió Machado en su cuenta de X este domingo, al asegurar que el país rechazó la nueva «farsa electoral» al abstenerse de participar. «El mapa electoral está completamente rojo, pero eso no refleja la realidad del país», dijo Machado, argumentando que en Venezuela no hay condiciones para que las contiendas sean libres y equitativas.
Observaciones de baja participación y denuncias de fraude
Observaciones de The Associated Press en Caracas, así como testimonios de votantes, dieron cuenta de que muchos centros de votación parecían vacíos y registraron poca participación en comparación con procesos electorales anteriores. La principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), no participó en estos comicios, al negarse a validar un proceso sin garantías de transparencia ni supervisión independiente.
Machado recordó la victoria popular de hace un año, el 28 de julio de 2024, cuando «el 70% del país votó por Edmundo González». En aquella elección presidencial, el CNE, dominado por el gobierno, proclamó al dictador Maduro como ganador sin publicar los resultados desglosados por centro de votación, como exige la ley. La PUD y el comando de campaña de Machado aseguran contar con más del 80% de las actas de 2024 que certificarían el triunfo de González.
El gobierno de Maduro, por su parte, ha defendido la legitimidad de estos procesos electorales, mientras que la oposición y gran parte de la comunidad internacional desconocen el anuncio oficial que dio la reelección al dictador Maduro para un tercer mandato de seis años.
Contexto de represión y condena internacional
Este proceso electoral también se vio marcado por nuevas denuncias de censura y represión. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) reportó al menos diez incidentes de hostigamiento contra periodistas en cinco estados del país durante la cobertura. El SNTP afirmó que el gobierno de Maduro «no tolera el escrutinio ni la verdad» y por eso «ataca a la prensa y manipula las cifras».
Desde Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, reafirmó el respaldo a la oposición democrática venezolana y condenó la permanencia del dictador Maduro en el poder, a quien su país no reconoce como presidente legítimo. Rubio aseguró que Venezuela «será el mayor aliado para la estabilidad regional, la democracia y la prosperidad de las Américas» una vez que recupere su libertad.
Juan Pablo Guanipa, dirigente opositor cercano a María Corina Machado, habría sido detenido el viernes pasado, a días de estos comicios, un hecho que la oposición calificó de «secuestro» por parte del gobierno.
La jornada electoral municipal de este domingo reafirmó un patrón sostenido por el chavismo: convocar procesos sin competencia real, sin observación independiente y sin respeto a los resultados. María Corina Machado, quien se mantiene en la clandestinidad, ha reiterado que el mandato popular otorgado a Edmundo González sigue vigente, y que la ruta hacia una transición democrática está en curso, sostenida por la voluntad del pueblo venezolano y el respaldo internacional.