Marco Rubio tiene el camino despejado hacia las elecciones generales de noviembre, en las que se enfrentará al demócrata Patrick Murphy para mantener su asiento en el Senado.
Rubio ganó ampliamente este martes en las elecciones primarias en la Florida con el 71 por ciento de los votos cuando se habían escrutado el 89 por ciento de los recintos.
En Miami-Dade, Rubio barrió la contienda con el 71.72 por ciento de los votos comparado con su rival más cercano Carlos Beruff, quien obtuvo casi el 20 por ciento, según los resultados provisionales publicados por la Comisión de Elecciones del condado. Rubio ya había ganado el 89 por ciento del voto “ausente” y del adelantado.
“¡Gracias por todo su apoyo! Quiero agradecer especialmente a nuestros seguidores y voluntarios que han pasado incontables horas en los teléfonos, yendo de puerta en puerta y animando a la gente a votar. La carrera no termina aquí. Estamos un día más cerca de noviembre y los necesitamos para ayudarnos a mantener el impulso. ¡Gracias de nuevo!”, escribió el senador en su página de Facebook.
Rubio se dirigió a sus seguidores reunidos en el Embassy Suites Orlando Lake Buena Vista, en Kissimmee, en el centro de la Florida, una zona donde se concentra un electorado hispano, mayormente de origen puertorriqueño y registrado como independiente, que puede ser clave para los resultados de noviembre.
Rubio, que habló en inglés y luego en español, comenzó agradeciendo primero a Dios y a su familia por la victoria y asegurando que estaba preparado para convertirse en un ciudadano privado pero que “no estaba en paz con la idea de perder el balance de poder en el Senado…con todos los temas que enfrenta América”. Asimismo, dijo sentirse “orgulloso” con lo que había logrado en el Senado y revisitó el tema del futuro de Estados Unidos, uno de sus favoritos en los debates durante la campaña presidencial, para contrastar sus políticas con las de su oponente, el representante Patrick Murphy, a quien fustigó por embellecer su CV y sus posiciones de política exterior.
“Todo lo que ha tenido en su vida se lo han regalado. Es un individuo que jamás ha levantado la voz en los temas que afectan a la isla de Puerto Rico, Cuba o Venezuela”, dijo el senador en español entre gritos y aplausos. “Si el quiere ser senador, va a tener que ganar al hijo de un inmigrante que ha tenido que trabajar”, subrayó.
Murphy aseguró su nombre en la boleta de noviembre contra Rubio, al derrotar a su principal contrincante, el representante Alan Grayson y obtener el 59,8 por ciento de los votos, según cifras preliminares.
Rubio, uno de los candidatos republicanos a la Presidencia que perecieron bajo la fuerza de la vertiginosa campaña de Donald Trump, decidió presentarse a la reelección en el último momento. El senador cubanoamericano había prometido que no lo haría tras retirarse de la carrera por la Casa Blanca, al perder precisamente en la Florida, donde solo superó a Trump en Miami-Dade.
Muchos están pendientes de lo que pase con Rubio en noviembre, pues su asiento podría significar el mantenimiento del control del Senado por parte de los republicanos. Asegurar su reelección también le permitiría mantenerse en el ojo público con miras a una posible campaña presidencial en el 2020.
En las semanas previas a estas elecciones, Rubio se ha enfocado en buscar apoyo para la lucha contra el zika, que ya ha afectado al sur de la Florida. Entre sus tareas pendientes, estaba borrar en la mente de los votantes las acusaciones durante la campaña para la nominación republicana a la Casa Blanca, cuando fue atacado por su pobre asistencia a las sesiones del Senado.
En entrevista con CNN esta semana, Rubio no pudo asegurar que de ser reelecto, cumpliría en totalidad su segundo término de seis años. “Nadie puede hacer ese compromiso”, dijo.
Otras críticas dirigidas al senador desde el campo republicano durante la campaña presidencial tenían que ver con sus cambios de opinión y su política migratoria. Pero aunque algunos votantes se hicieron eco de estos argumentos y no votaron por Rubio, la campaña presidencial no lo afectó demasiado en estas primarias.
Para Rebeca Pérez, una joven maestra que acudió a votar en la Biblioteca Regional de West Dade, no había más opción que Rubio para el Senado. “Él tiene las mismas convicciones que yo y me gusta como pone su visión de la familia primero”, dijo al Miami Herald, mientras Charles Stuart, que acudió al recinto de la Biblioteca Pública de Homestead, dijo que votó por Rubio aunque no estába de acuerdo con su política migratoria.
Pese a los tensos intercambios en televisión nacional con Trump, Rubio reiteró en la mañana del martes a CNN su apoyo al candidato republicano. “Tengo desacuerdos con Trump en algunos temas, estoy en desacuerdo en todo con Hillary Clinton”, dijo. A su vez, Rubio ha sido apoyado para la reelección por el magnate neoyorquino y por su también rival durante la pasada contienda, el senador Ted Cruz.
Todas las encuestas lo daban ganador por amplio margen frente al desarrollador urbano Beruff, de origen cubano y residente de Bradenton. Beruff, que gastó en su campaña ocho millones de dólares de su propio bolsillo, comenzó a reducir sus gastos y apariciones públicas en los últimos días. En sus actos públicos más recientes, Rubio se ha centrado en la contienda de noviembre. Este mismo martes, su campaña estaba lanzando acusaciones contra Murphy, a quien las encuestas también daban como favorito para pelear su asiento en el Senado por el partido demócrata.
El establishment demócrata favorece a Murphy, que ha recibido declaraciones de apoyo del presidente Barack Obama, el vicepresidente John Biden y el exgobernador Charlie Crist. El líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid pidió a Grayson que abandonara la campaña, tras reportes de que tenía bajo su nombre varios fondos de inversión libre (hedge funds) en Islas Caimán, un conocido paraíso fiscal. Grayson no se retiró pero mantuvo un perfil bajo previo a la elección.
Murphy estuvo visitando votantes en Miami Gardens en la mañana y también lanzando críticas a Rubio por “no ir a trabajar” en el Senado.