La agente de bienes raíces Lourdes Seda describió un panorama inmobiliario en Florida con dos caras: un desafío de asequibilidad para las familias promedio, pero también un mercado que ahora favorece a los compradores con poder de negociación.
En una conversación reciente, Seda ilustró el reto del costo: “Estamos hablando de una propiedad de 600 mil dólares, donde la persona puso 100 mil de entrada y va a financiar 500 mil. Eso representa una hipoteca de aproximadamente $4,500 mensuales, solo en el préstamo. ¿Cuántas familias normales pueden afrontar ese monto?”. Esto, en un contexto de exceso de inventario y altos costos de financiamiento.
Sin embargo, la experta destacó que este escenario ha abierto oportunidades de negociación que eran impensables hace dos años. Puso como ejemplo una propiedad listada en $799,000 que se vendió por $725,000, aceptando el vendedor incluso una tasación más baja. Sobre los desarrolladores, explicó que evitan bajar precios de lista ofreciendo costosas mejoras (de $50-$60 mil) que el comprador termina financiando a 30 años.
Seda concluyó que «es un buen momento para comprar si tienes los recursos y estás preparado», ya que el mercado está abierto a negociar, y lo mismo aplica para quienes buscan rentar.