Francis Tume, de 26 años, se mudó con su familia a Miami, desde Perú, hace dos décadas. Cuando obtuvo su licencia de conducir de Florida, hace siete años, fue un gran evento.
Tume consiguió su licencia después de enrolarse en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) en 2012, y la tarjeta ha hecho su vida más fácil tanto dentro como fuera del auto.
Él lo sabe bien porque ha sido testigo de las dificultades que sus padres indocumentados, que carecen de carné de identificación, tienen que enfrentar para llevar a cabo tareas rutinarias, como llenar prescripciones en la farmacia o incluso retirarlo de la escuela cuando estaba enfermo.
“Son detalles pequeños, pero son muy frustrantes y se van acumulando”, dijo. “Incluso si todo lo que quieren hacer es entrar a un barrio privado, aún ahí deben mostrar alguna forma de identificación. Así que ni siquiera pueden ingresar a lugares como esos”.
“Eso afecta su trabajo porque necesitan entrar para ir a trabajar”, dijo Tume, cuya madre limpia casas. “Los limita”.
Las limitaciones de los Tume, así como las de decenas de miles de otros residentes de Miami-Dade, indocumentados o no, que carecen de una tarjeta de identificación legal, podrían ser mitigadas por un nuevo proyecto encabezado por People Acting for Community Together (PACT), un grupo comunitario e interreligioso con sede en Miami.
En colaboración con la oficina de Daniella Levine Cava, comisionada de Miami-Dade, PACT está trabajando en un programa que otorgaría un documento de identificación local a cada residente del condado que así lo requiriera, dando de esta forma acceso a más personas a los servicios locales. Hace cinco años, el gobierno del condado quiso poner en marcha un proyecto similar pero finalmente no se llegó a implementar.
“[Una tarjeta de] identidad es muy importante. Es algo de uso diario. A menos que no tengas una, no te das cuenta lo importante que realmente es”, dijo el reverendo Aaron Lauer, copresidente del comité de inmigración de PACT. “La inmigración podrá ser en primer lugar un tema federal, pero esta es una oportunidad de hacer una contribución a nivel local”.
LA HISTORIA DE MIAMI CON LOS DOCUMENTOS LOCALES DE IDENTIFICACIÓN
Tume dijo que tanto él como sus padres se sintieron “frustrados” de que “no pasó nada” con la iniciativa de 2015 para dar identificaciones locales.
En ese entonces, la intención de Miami-Dade era reproducir un programa de emisión de identificaciones municipales implementado en ciudades como Nueva York y Los Ángeles (dichos documentos son tarjetas de identificación emitidas por un gobierno local, ya sea una ciudad o un condado). En septiembre de ese año, los comisionados de Miami-Dade aprobaron por unanimidad una resolución que solicitaba al alcalde Carlos Giménez la presentación de un informe sobre la factibilidad de emitir identificaciones municipales, con fecha límite en diciembre del mismo año. Pero llevó casi cuatro años, en vez de solo tres meses, finalizar el estudio de factibilidad.
Cuando vio la luz a principios de este año, en el reporte resaltó un defecto mayor: debido a las leyes de registro público del estado de Florida, un programa de identificaciones municipales hubiera tenido problemas en mantener en forma privada los datos personales de los solicitantes.
“La información de cada solicitante que obtuviera una tarjeta de identificación será inscripta en un registro que podría ser susceptible de ser consultado por las fuerzas del orden”, plantea el informe. “La creación de un programa municipal de identificaciones personales inevitablemente daría origen a un registro de titulares de tarjetas”.
Pero incluso, antes de que se publicara el informe, y a medida que la administración Trump seguía agudizando su retórica antiinmigrante, preocupaciones relativas a la confidencialidad estaban ya en los pensamientos de aquellos que luchan por las identificaciones.
“Había mucha preocupación de que, OK, ahora vamos a tener esta lista de personas que se están registrando para una tener una identificación municipal y si fuera a caer en las manos de ICE, ellos dirían, ‘Oh, acá tenemos una lista de personas esencialmente indocumentadas’ ”, dijo Lauer.
Para Levine Cava, el programa propuesto en 2015 esta hoy fuera de discusión.
“[2015] era una época diferente”, dijo ella. “No teníamos a Trump en la presidencia. Este tipo de interés en castigar inmigrantes no era la norma en el país. A medida que se preparaba este informe, se hizo cada vez más evidente de que habían verdaderas inquietudes con la seguridad de las personas que solicitaran las tarjetas de identificación municipal. Así que tuvimos que buscar una solución diferente“.
Esa solución sería, como lo explicaron Lauer y Levine Cava, un programa de tarjetas de identificación comunitaria (community IDs), el cual según ellos ofrecería los mismos beneficios que uno municipal sin comprometer la privacidad de las personas.
CÓMO FUNCIONAN LOS PROGRAMAS DE IDENTIFICACIÓN COMUNITARIA
En lugar de ser administrados directamente por un condado o una ciudad (como lo son las identificaciones municipales), los community IDs son administrados por organizaciones sin fines de lucro privadas, con la aprobación de un condado o ciudad.
Y las organizaciones sin fines de lucro no son susceptibles a las leyes de registros públicos.
“Entonces, lo que sucedería si esto se aprobara sería que una organización sin fines de lucro produciría las tarjetas y se las entregaría a las personas, y el condado de Miami-Dade o las municipalidades locales reconocerían eso como una forma válida de identificación local”, dijo Lauer. “Esa es la distinción. Es por eso que hicimos este cambio a favor de un programa de community IDs”.
Agregó Levine Cava: “Básicamente, según la ley de Florida, si el condado desarrollara estos carnés de identidad, todo eso estaría sujeto a solicitudes de registros públicos. Y los grupos comunitarios que lo han hecho [en otras localidades] han podido funcionar con mayor confidencialidad”.
En todo el país, principalmente han sido las organizaciones religiosas las que han promulgado la difusión de los programas de community ID. FaithAction, una organización sin fines de lucro con sede en Greensboro, ayudó a lanzar el primer programa de este tipo en Carolina del Norte en 2013.
Ahora, el “Faith Action ID Network” incluye ciudades en Iowa, Ohio, Virginia, Carolina del Sur e incluso Florida, donde tanto Gainesville como West Palm Beach albergan programas de community ID.
EXPERIMENTO DE PALM BEACH CON LOS ‘COMMUNITY IDS’
La Sociedad de Asistencia Legal (Legal Aid) del condado de Palm Beach comenzó a emitir sus community IDs en marzo, después que los comisionados de la ciudad de West Palm votaran en febrero a favor de reconocer ese tipo de identificación. Desde entonces, se han distribuido alrededor de 1,500 carnés, principalmente para los inmigrantes y las personas sin hogar que carecen de los documentos necesarios para obtener una identificación emitida por el estado de Florida.
Vanessa Coe, una de las abogadas de Legal Aid, dirige el programa de los carnés de comunidad. Dice que ha visto cómo esas tarjetas están comenzando a impactar las vidas de las personas en Palm Beach.
“El otro día vino una mujer que perdió todo en un incendio en su casa, pero está recibiendo quimioterapia, por lo que necesitaba algo para poder recoger su prescripción, y éste carné le servía para eso”, dijo. “Ha sido realmente genial ver lo que la gente puede hacer con ellos”.
Coe explicó que, cuando comenzó el programa, sabía que la policía de West Palm Beach honraría los carnés. Pero no estaba segura de quién más los apoyaría.
“Ahora sabemos que algunas de las cooperativas de crédito lo están aceptando e incluso algunos de los bancos más grandes los están utilizando como una forma secundaria de identificación. Farmacias, hospitales, el sistema de bibliotecas. Algunas de las escuelas nos han dicho que lo están aceptando. Es muy alentador saber que el concepto está funcionando”, dijo.
El nivel de interés de la comunidad también ha superado las expectativas.
“La verdad es que subestimamos la cantidad de personas que se presentarían”, dijo Coe. “Así que estábamos preparados para hacer 300 [carnés de identificación] durante nuestro primer evento y la gente comenzó a hacer fila a las 6 p.m. de la noche anterior para reservar un lugar. Creo que hubo más de 3,000 personas ese primer día. Y realmente no hay forma de evitar eso en el sur de Florida, dada la cantidad de inmigrantes que hay en esta zona”.
Desde el popular debut del programa en marzo, se han realizado cuatro eventos adicionales para distribuir carnés en el condado de Palm Beach. Todos han tenido lugar en iglesias, para disminuir las posibilidades de ser blancos de ICE.
En esos eventos, proteger la información personal de los titulares de las tarjetas ha sido prioridad absoluta.
“Nunca hemos hecho copias de ningún documento y la información que ponemos en la computadora para imprimir los carnés se elimina al toque”, dijo Coe. “Solo tenemos una lista de apellidos y eso es todo, sin direcciones, sin números de teléfono, sin fechas de nacimiento. Porque esa fue nuestra primera y principal preocupación. Teníamos que asegurarnos de proteger a todos”.
EL FUTURO DE LOS ‘COMMUNITY IDS’ EN MIAMI
Como explicó Levine Cava, el condado de Miami-Dade no podrá seguir los pasos de Palm Beach hasta finales del próximo año. Primero, un programa de community ID local necesitaría conseguir la aceptación de grupos clave, incluyendo la policía y la mayor cantidad posible de los 34 municipios de Miami-Dade.
Eso es algo que le ha resultado complicado a Legal Aid en Palm Beach. Allí, solamente tres ciudades aceptan actualmente los carnés nuevos y el condado todavía no. Y aunque la policía de West Palm Beach respalda el proyecto, viéndolo como una forma importante de fortalecer la cooperación entre la policía y las comunidades inmigrantes vulnerables, el alguacil del condado ha expresado sus dudas.
La cuestión de asegurar la financiación necesaria también sigue en el aire. En el informe de factibilidad de abril de la oficina del alcalde, el costo de un programa de identificación municipal se estimó en $2.5 millones, aunque se espera que un programa de community ID sea más barato. “Cuando no se trata de una empresa gubernamental, es más simple proceso”, dijo Levine Cava.
A medida que se redacta la legislación proponiendo el programa de community ID, Levine Cava describe esto como un proyecto que podría brindar cierto alivio a las comunidades de inmigrantes en un momento en que las buenas noticias han sido escasas.
“Estamos viviendo en una época en la cual la intención de las acciones federales es hacer que los inmigrantes tengan miedo”, dijo. “No hay nada sobre [los carnés de identidad] que interfiera con el ejercicio de autoridad del gobierno federal. No seríamos un condado santuario, no estaríamos evadiendo las leyes de inmigración, nada de eso. Simplemente estamos creando una manera para que las personas que viven en este condado accedan a los servicios locales. Queremos brindar dignidad, brindar inclusión. No estamos buscando alterar las leyes federales de este país”.
Tume, el receptor de DACA de Perú, recuerda que su familia realmente se hizo ilusiones cuando se habló por primera vez de los carnés de identificación locales en Miami-Dade, en 2015. Aunque nada surgió de ese proyecto, espera que esta nueva iniciativa sea diferente.
“Siento que esta vez, después de las redadas de ICE, después de lo que sucedió en El Paso, espero que la gente se dé cuenta de que realmente necesitamos esto porque queremos ser parte de esta comunidad y queremos sentirnos bienvenidos”.
Levine Cava agregó: “Creo que todos benefician cuando no hay personas que tienen que estar en la sombra”.
Fuente: El Nuevo Herald