LIMA (AP) — A sus 97 años, Maruja Venegas en lo último que piensa es en retirarse de la locución radial. Esta peruana lleva 77 años de trayectoria y será distinguida en diciembre con el récord Guiness a la locutora más longeva del mundo.
«No me gusta eso de longeva, prefiero que digan la locutora más antigua», dice insinuando una coquetería que no ha perdido, y que evidencia en las uñas de sus manos, que lleva largas y cuidadosamente pintadas de rojo.
Enérgica y vital pese a su avanzada edad, Venegas es una locutora autodidacta que se convirtió en una institución de la locución radial en Perú. Conduce desde hace más de 60 años un programa dirigido al público infantil, que creó en 1944 a pedido de funcionarios de gobierno para entretener a los niños enfermos de un hospital público. Lo llamó «Radio Club Infantil» y le puso como lema: «educa, ayuda y entretiene».
«Ahora el 18 (de diciembre) vamos a cumplir 68 años. Los niños de ayer crecieron, se casaron, hoy día son abuelos, entonces ellos, los abuelos, son los que más me respaldan», dijo Venegas en una entrevista con The Associated Press.
Tanto éxito alcanzó su programa infantil que los padres de familia la impulsaron a abrir un colegio, lo que concretó en 1956. Sin embargo, durante el primer gobierno de Alan García (1985-90) la crisis económica afectó sus finanzas y tuvo que venderlo para costear los gastos de una enfermedad.
Dueña de una mente que se mantiene lúcida, ella misma prepara durante una semana la pauta radial de «Radio Club Infantil», que se trasmite por Radio Santa Rosa los domingos a las 6pm, y que incluye siempre un cuento infantil que alterna con música, consejos y comentarios sobre el quehacer actual. Desde que cumplió 90 años hace la locución por teléfono desde su casa con apoyo de otras personas en la cabina de radio.
Venegas ha visto a varios artistas peruanos formarse como profesionales, entre ellos la cantante de música folclórica peruana Alicia Maguiña, que participó siendo niña en «Radio Club Infantil». Ha visto a muchos crecer, hacerse profesionales e incluso fallecer, dice con nostalgia. Pero ella no tiene en sus planes dejar la conducción del programa, labor por la que no recibe ninguna remuneración.
«Mi madre me dijo que nunca cobrara por ‘Radio Club Infantil’, porque era para niños y para enfermos», recuerda.
Su larga trayectoria y los reconocimientos que ha ganado en Perú por su labor social no la han librado de los problemas económicos. Las dos pensiones que recibe del estado suman 2.270 soles mensuales (unos 873 dólares) y no le alcanzan para mantenerse a ella y a su hermana de 89 años, con la que vive, y pagar a las dos empleadas domésticas que cuidan de ellas. Hace unos años se vio obligada a vender el segundo piso de su pequeña casa en el centro de Lima, y está pensando vender un área más del primer piso.
«Estoy vendiendo de a pocos… Soy diabética… He perdido la vista, veo por un ojo nada más, pero sigo con optimismo», afirmó.
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