El líder opositor cubano José Daniel Ferrer, una de las voces más emblemáticas de la disidencia en Cuba, conversó con Agustín Acosta en el programa Cada Tarde, transmitido por Actualidad Radio. Ferrer relató con crudeza las presiones, torturas y chantajes a los que fue sometido durante sus últimos meses en prisión.
“Me alegra profundamente haber llegado junto a mi familia. En el pasado, a muchos opositores los desterraron sin sus seres queridos, dejando a sus familias como rehenes. Esta vez no pudieron hacerlo”, declaró Ferrer al inicio de la entrevista.
El opositor explicó que el régimen cubano llevaba más de 20 años tratando de expulsarlo del país. “Cada vez que me encarcelaban, destruían todo lo que habíamos construido en la calle. Querían quebrarme”, relató. Describió cómo, además de los golpes y humillaciones físicas, el régimen buscó forzarlo a aceptar el exilio sin su familia.
Presión y Solicitud de Sanciones
Ferrer denunció que, antes de permitirle salir del país, las autoridades cubanas intentaron obligarlo a solicitar a la Iglesia Católica y a la Embajada de Estados Unidos un “diálogo” con la dictadura. A cambio, el régimen prometía liberar a presos políticos seleccionados, pero exigía concesiones políticas no especificadas.
“Querían que pidiera un diálogo con Estados Unidos. Les dije que no. Lo que yo voy a pedir siempre son más sanciones, porque al criminal se le condena, no se le premia”, afirmó con entereza.
Ferrer reconoció que, a diferencia de otros momentos históricos, esta vez la solidaridad internacional y la presión externa jugaron un papel determinante. “Si no fuera por ese apoyo, me habrían matado o sacado al exilio forzoso sin mi familia. Pero gracias a esa solidaridad, salimos juntos”, señaló.
El líder cubano, fundador de Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue desterrado en un momento de alta tensión económica y política en la isla.