QUITO (AP) — El ecuatoriano Orlando Sigifredo Ibarra Sarmiento, quien junto con un guerrillero, se fugó de un campamento del Ejército de Liberación Nacional (ELN), llegó el lunes a la capital de su nación.
Ibarra, quien estuvo dos años en poder de los subversivos, fue recibido en el aeropuerto por el canciller Ricardo Patiño, por el fiscal Galo Chiriboga, y por el ministro del Interior, José Serrano, además de su madre, Marina Sarmiento, y otros familiares que lo abrazaron en medio de llanto y gritos de alegría como «bienvenido, mijito».
En declaraciones a los periodistas, Ibarra expresó un «agradecimiento de muy de adentro del corazón… a todos los que han estado pendientes desde el primer día que fui secuestrado. Que Dios me los bendiga».
Por su parte, Chiriboga agradeció «en primer lugar a las autoridades colombianas que ayudaron y cooperaron en el resultado que hoy todos celebramos… a la familia por la generosidad de confiar en nuestras conversaciones».
Patiño dijo que Ibarra estuvo 770 días en cautiverio y «ahora lo tenemos acá, y queremos agradecer a todas las instituciones (…) por el trabajo que han desplegado».
La Armada colombiana explicó en un comunicado de prensa que un integrante del ELN escapó en compañía de Ibarra, un administrador de empresas de 39 años y quien desde hacía 10 vivía en Colombia.
La liberación se produjo en la zona rural del municipio de Samaniego, departamento de Nariño y a unos 530 kilómetros al suroeste de Bogotá.
«La liberación se logró después de que miembros de la Armada Nacional establecieran comunicación con un sujeto integrante del ELN, para su presentación voluntaria ante las tropas y la liberación de un ciudadanoecuatoriano que estaba secuestrado desde hace más de dos años por esta organización terrorista», agregó el comunicado.
Añadió que el domingo «el sujeto del ELN se escapó junto al secuestrado y tras cuatro horas de camino se presentaron ante tropas de la Cuarta Brigada de Infantería de Marina».
El ecuatoriano fue secuestrado el 2 de agosto de 2010 en la fronteriza ciudad de Ipiales, en Nariño, a 575 kilómetros de la capital colombiana.
«Llegaron ahí (a su oficina) unos cuatro o cinco tipos encapuchados y me llevaron en una camioneta. Eso fue en cuestión de segundos», recordó Ibarra en una rueda de prensa en el occidente de la capital colombiana.
«Tuve la oportunidad de pasar la experiencia de 770 días en cautiverio, privado de la libertad, y también mirar toda la injusticia que hacen, en este caso los señores del ELN, contra el campesino, porque es una injusticia… uno como ser humano y como hermanos que somos todos, se siente muy triste, muy apenado, y a la vez muy feliz porque Dios siempre estuvo conmigo», añadió Ibarra, quien estuvo acompañado por el embajador de Ecuador en Colombia, Raúl Vallejo.
Su padre, enfatizó Ibarra, fue asesinado en enero de 2012 por guerrilleros del ELN en momentos en que hacía contactos para pagar el rescate.
Sobre cómo logró fugarse, Ibarra recordó que el domingo se iban a movilizar de un campamento a otro y estaban marchando cuando «salió un compañero, un enviado de Dios… y me dijo ‘hermano, ¿quiere irse para su casa?’. Entonces le dije ‘hermano, no me mame gallo (no se burle de mí) porque usted no lo va a hacer’. Y me dijo ‘hagámoslo'»
Ibarra relató que entonces comenzaron a caminar hasta llegar a un lugar donde había señal de celular «y nos comunicamos a un celular que la Armada tiene por radio… No demoraron el Ejército y la Armada en llegar».
El ELN es la segunda guerrilla de Colombia y, según las autoridades, en sus filas tiene unos 3.000 integrantes.
En octubre de 2008, un guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocido como «Isaza» se fugó de la selva con el político Oscar Tulio Lizcano, quien llevaba más de ocho años en cautiverio.
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