Dos candidatos con el mismo apellido y posturas opuestas sobre el matrimonio homosexual, un tema que dominó los últimos días de campaña, lideraban el conteo en las elecciones presidenciales del domingo. Los ajustados resultados parecían apuntar a una segunda vuelta para elegir a su próximo presidente del país centroamericano.
Con casi el 87% de los votos contados el domingo por la noche, Fabricio Alvarado, un evangélico que vio dispararse sus apoyos tras plantear una firme oposición al matrimonio homosexual, logró el 24,8% de los votos. Carlos Alvarado _sin parentesco_ sumaba el 21,7% y era el único candidato importante de los 13 en liza que apoyaba el matrimonio homosexual.
El empresario agrario Antonio Álvarez, del opositor Partido de Liberación Nacional, que estaba tercero con un 18,7% de apoyos, admitió la derrota y felicitó a los dos favoritos.
Las leyes electorales costarricenses indican que si nadie supera el 40% de votos, los dos líderes pasan a una segunda vuelta, programada para el 1 de abril.
La campaña se vio marcada por una decisión en enero de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que determinó que Costa Rica debe permitir que las parejas homosexuales se casen, adopten niños y disfruten de otros derechos concedidos a las parejas casadas.
Fabricio Alvarado, un periodista, predicador y cantante cristiano de 43 años, dijo que la determinación de la corte era una “violación a la soberanía” y vio cómo su apoyo crecía enormemente, en especial entre los electores más conservadores. También sugirió que pediría la salida de la corte, auspiciada por la OEA y que tiene su sede en la misma capital de Costa Rica, San José.
Un sondeo reciente refleja que en torno a dos tercios de los costarricenses se oponen al matrimonio homosexual. El país es de mayoría católica, con una creciente población evangélica.
“Costa Rica ya no desea más de lo mismo (…), las campañas políticas de siempre”, dijo Fabricio Alvarado al celebrar el resultado. “Me sumo a un movimiento que se ha creado de unidad, de valores, de innovación (…). Como ustedes han visto, esta campaña ha sido diferente”.
“Costa Rica le ha dejado algo muy claro a los políticos tradicionales: Nunca más se metan con la familia (…) nunca más se metan con nuestros hijos”, añadió.
Tanto él como Carlos Alvarado pidieron el apoyo de los partidarios de otros candidatos para la segunda vuelta.
“Quien crea que puede gobernar solo está equivocado, necesita del apoyo de muchas personas, esa debe ser la tarea que nos oriente los próximos días y semanas, de cara a la ruta para ganar esta elección”, dijo Carlos Alvarado.
Carlos Alvarado encontró apoyo de algunos electores progresistas al apoyar abiertamente el matrimonio homosexual durante campaña. El aspirante de 38 años, que también tiene formación periodística, inició como director de comunicaciones en Acción Ciudadana y fue ministro del Trabajo con el actual presidente Luis Guillermo Solís.
Con tantos candidatos, la segunda vuelta parecía casi segura.
“Veo esto muy dividido”, dijo Paula Rodríguez, una psicóloga que emitió su voto en el cantón de Moravia, en el noroeste de la capital San José. “Realmente creo que nadie sabe lo que va a pasar”.
Álvarez, quien fungió como presidente de la Asamblea Legislativa en dos ocasiones y fue ministro del gabinete en la primera presidencia de Óscar Arias de 1986 a 1990, dijo que se opone al matrimonio gay pero apoya reconocer algunos derechos a las parejas homosexuales.
“Yo soy el responsable del resultado electoral. En medio de los errores que pudimos cometer, debo reconocerles que no vi venir que en tres semanas Fabricio (Alvarado) pudiera pasar de un 3% a un 26% de apoyo, es algo que nunca había visto en tantos años de vida política”, dijo Álvarez.
Algunos votantes tenían otras cuestiones en mente. Carlos Morales, que votó en el distrito de Guadalupe en San José, dijo que su mayor preocupación es que el próximo presidente gestione el déficit del gobierno sin introducir nuevos impuestos.
“Dicen que el gobierno ya no tiene plata y que para arreglar eso nos van a poner más impuestos, pero yo creo que la gente aquí vive ya muy apretada, todo está muy caro y eso nos va a complicar a todos», comentó.
Los votantes también elegían a los 57 delegados que forman la Asamblea.
Fuente: Associated Press