Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aconsejaron este jueves a los estadounidenses suspender sus viajes por el Día de Acción de Gracias —una fiesta de suma relevancia que suele reunir a las familias— ya que la pandemia de COVID-19 se encuentra en una fase “exponencial”.
“Los CDC están recomendando no viajar durante el periodo del Día de Acción de Gracias”, informó Henry Walke, una autoridad de esta agencia para el tema de la pandemia, quien precisó que no se trata de una “obligación”.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el país acaba de superar las 250.000 muertes a causa de esta enfermedad, mientras que el número de contagios es de 11.468.739, según datos de la Universidad Johns Hopkins, lo cual la convierte en la nación más golpeada por el virus SARS-CoV-2, pues las cifras de personas contagiadas representan casi una quinta parte del total de contagios en el mundo.
Y es que durante la semana de esta celebración, la cual se llevará a cabo el próximo jueves 26 de noviembre, se espera que unos 50 millones de ciudadanos viajen para visitar a sus familiares, lo cual ha encendido las alarmas entre quienes se han encargado de intentar controlar la pandemia.
Además, en la última semana las autoridades sanitarias del país han reportado un promedio de 157.318 nuevos casos diarios, lo cual representa más del doble de los registros que se recabaron en el momento más álgido de la pandemia durante el verano.
Desde hace unos días, gobernadores y alcaldes de todo el país han endurecido las restricciones, pues anticiparon que las reuniones familiares por el Día de Acción de Gracias podrían empeorar el panorama de la pandemia.
Debido a ello, las autoridades han cerrado negocios o limitado el horario de operaciones y ordenan o imploran a la población permanecer en casa y mantener un distanciamiento social para ayudar a detener una oleada de contagios que amenaza con rebasar al sistema de atención médica del país.
“Debo jalar las riendas de nuevo”, dijo el lunes el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, al reducir de 25 a 10 el máximo de personas permitidas en reuniones en interiores. “No me causa alegría”.
En California, el gobernador Gavin Newsom anunció que activará los “frenos de emergencia” a los planes para reanudar las actividades económicas debido a que el estado está registrando su mayor crecimiento de casos a la fecha, el cual, si no se atiende, tendrá “resultados catastróficos”.
“En verdad no queremos ver a mamá el Día de Acción de Gracias y enterrarla en Navidad”, dijo el doctor Mark Horne, presidente de la Asociación Médica del Estado de Mississippi, después de que el gobernador extendió la orden de uso de mascarillas a más condados el lunes de esta semana.
“Eso va a suceder. Le dirán ‘Hola’ el Día de Acción de Gracias, ‘fue un placer verte’ y después la van a tener que visitar o tendrán una videollamada en la unidad de terapia intensiva o planearán un pequeño funeral antes de Navidad”, sentenció el especialista en tono alarmante.
En Nuevo México, la orden de la gobernadora Michelle Lujan Grisham de confinarse en casa entró en vigor desde el 16 de noviembre. Sólo negocios considerados esenciales, como tiendas de abarrotes y farmacias, estarán abiertos.
Por su parte, el gobernador de Washington, el demócrata Jay Inslee, ordenó el cierre de gimnasios, boliches, salas de cine, museos y zoológicos, mientras que las tiendas deberán limitar su capacidad a 25 por ciento.
Además, las personas que no compartan vivienda tendrán prohibido reunirse en el estado de Washington, a menos que hayan estado en cuarentena; sin embargo, no existe un mecanismo para vigilar el cumplimiento de la medida, por lo que Inslee indicó que espera la colaboración de las personas para acatarla.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, hizo un llamado a los habitantes de la tercera ciudad más grande del país a limitar sus reuniones a un máximo de 10 personas a partir del lunes. En sus instrucciones, que no son obligatorias, instó a los residentes a permanecer en casa salvo para actividades esenciales, como ir a trabajar o a comprar comida.
En 2019, alrededor de 55 millones de estadounidenses viajaron para el Día de Acción de Gracias, pero la Asociación de Automovilistas Americanos (AAA) pronosticó una disminución del 10% en los viajes de vacaciones.
Saskia Popescu, epidemióloga y profesora de la Universidad George Mason, dijo a The Wall Street Journal que le “preocupa mucho” el hecho de que la gente no entienda la gravedad del panorama actual para las vacaciones, pues “lo que estamos viendo es básicamente un crecimiento descontrolado de los casos”.
En este sentido, Filadelfia prohibió el servicio de restaurantes en interiores y las reuniones en interiores de cualquier tamaño, públicas o privadas, entre personas que no vivan bajo el mismo techo, a partir del viernes.
En Michigan, la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer advirtió que, de ser necesario, cuenta con la autoridad para emitir una segunda orden de confinamiento para contener la propagación del coronavirus.
Hace una semana, los CDC publicaron una guía de acción durante este día, en donde se incluyen recomendaciones como que cualquier reunión debe ser pequeña y al aire libre, además de que se debe priorizar el uso de mascarillas faciales y el distanciamiento social.
Con información de AFP via Infobae