El presidente del Heat Pat Riley asumió este sábado su responsabilidad por la marcha de Dwyane Wade, al no haber hecho lo suficiente por retener al mejor deportista que ha pasado por la ciudad de Miami.
Y aunque rectificar es de sabios, ya es tarde.
No me sorprende que a un cazador tan experimentado se le haya escapado una liebre, me sorprende que se le haya ido el perro de caza.
Riley se equivocó desde el primer momento cuando declaró que su prioridad era retener a Hassan Whiteside, para luego añadir que tratarían de pescar alguna ‘ballena’, en clara referencia a Kevin Durant; cuando su verdadera prioridad siempre debió ser Wade. Eso abrió una enorme herida.
Después de 13 temporadas resulta muy difícil no nombrar a Wade como sinónimo de Heat. Sin él no se hubiese reclutado al ‘Big Three’, sin él no se habría conquistado tres campeonatos, ni se hubiese competido a tan alto nivel.
Pero más que eso, me preocupa los contratos de pánico del Heat. Primero a Chris Bosh, luego a Whiteside y por último a Tyler Johnson, cuando lo primero que se le debió hacer era atar con una buena extensión a Wade, que nunca fue el mejor pagado, y esta vez los sorprendió.
Es cierto eso de que, ya es tarde y de que la vida continúa, solo espero que esto sirva de aprendizaje. Esa lección fue el último acto de servicio de Wade.
Dicho esto, no creo que Riley le dejara ir premeditadamente por una cuestión de dinero.
Sus palabras del sábado sonaron muy sinceras.
“Siempre estuve tratando de conseguir otro hombre que ayudara a ganar como en el 2010 y que él pudiera retirarse con orgullo”, dijo Riley. “Mis pensamientos siempre han ido dirigidos a mejorar el equipo y al mismo tiempo asegurarme de que Dwyane recuperase su dinero, pero no a costa de paralizar nuestra capacidad para ganar”.
Al mismo tiempo, el presidente del Heat contó un poco lo ocurrido y en qué se falló.
“Pensé que estaba haciendo lo mejor, pero Dwyane estaba encerrado en sus pensamientos y yo en los míos”, comentó Riley. “No se trataba de dinero, era otra cosa. Debí reunirme antes con él y haber tratado de cambiar su forma de pensar, o la mía, para ayudarle a poner fin a su carrera y conseguir el dinero que quería”.
Aunque Wade no se fue precisamente por dinero, se fue por orgullo.
A pesar de todo será interesante ver este dinámico Heat al ritmo de rock ’n’ roll , y cómo se desarrolla este grupo de jóvenes. No creo que les alcance para llegar lejos, pero sí les servirá para ayudar a los que vengan la siguiente temporada.
Solo espero que esta vez Riley tenga mejor suerte.