La Unión Europea prohibió el lunes la venta de armas a Venezuela y estableció un sistema para congelar activos e imponer restricciones de viaje a funcionarios venezolanos en un intento de aumentar la presión sobre el presidente el país latinoamericano, Nicolás Maduro.
La decisión fue acordada en una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas. El veto a las armas impedirá la comercialización de equipos militares que podrían usarse para la represión o vigilancia de los venezolanos.
«Estas medidas de utilizarán de forma gradual y flexible y pueden ampliarse, dirigiéndose a los implicados en el no respeto a los principios democráticos o el estado de derecho y en la violación de los derechos humanos”, dijeron los ministros en un comunicado.
Las medidas podrían revertirse en función de la reacción de Maduro a la petición de más democracia en el país y a la liberación de los presos políticos, agregó la nota.
El pasado jueves, Estados Unidos impuso sanciones financieras a otros 10 funcionarios venezolanos, actuales y pasados, por acusaciones de corrupción y abuso de poder relacionadas con la campaña de Maduro contra la oposición.
El gobierno de Venezuela ha enfrentado críticas internacionales desde que la Corte Suprema del país anuló los poderes del congreso, controlado por la oposición, en marzo. El fallo se revocó más tarde, pero una nueva asamblea constituyente, conformada en su mayoría por leales a Maduro, se atribuyó el poder y ha perseguido a los oponentes políticos del dirigente.
La economía del país, muy dependiente del petróleo, entró en crisis cuando los precios del crudo comenzaron a caer a nivel mundial en 2014, y se ha visto afectada también por las sanciones impuestas por Washington.
En septiembre, el jefe de Derechos Humanos de Naciones Unidas dijo que las fuerzas de seguridad de Venezuela podrían haber cometido «crímenes contra la humanidad” en la gestión de las protestas callejeras, y pidió una investigación internacional.
Fuente: Associated Press