“Qué situación se puede presentar desde la perspectiva estrictamente legal. El gobierno venezolano muchas veces se comporta como si no existiera ninguna legalidad como si no existieran leyes y esas cosas no suceden en el resto del mundo. La situación del consulado en Miami es excepcional y única en el mundo, porque solo hay dos estados en que puedes estar, o tienes relaciones diplomáticas o no tienes relaciones diplomáticas. Las relaciones consulares son una consecuencia de ese establecimiento de relaciones diplomáticas, entonces la decisión del gobierno de cerrar administrativamente el consulado no existe, eso no es concebible en las relaciones internacionales de los estados”.
“El Departamento de Estado en Washington lo puede preguntar a la embajada de Venezuela: Usted está abierto o está cerrado? Porque si está abierto tiene la obligación de abrir porque usted me notificó a mí que tiene que abrir, si está cerrado usted tiene la obligación para con el Departamento de Estado de notificarme si está abierto o no. Lo que existe claramente es que el Departamento de Estado no quiere más problemas con Venezuela de los que ya tiene. Pero además la Convención de Viena sobre las relaciones consulares que es la que rige el funcionamiento de los consulados prevé que cuando un país rompe relaciones consulares, rompe relaciones diplomáticas, los archivos, todo eso que está ahí pasa a protección de un tercer estado que no tiene relaciones diplomáticas. Pero este caso es único porque Venezuela tiene relaciones diplomáticas, tiene relaciones consulares, tiene otras oficinas consulares trabajando, pero simplemente tiene un cierre administrativo que no responde a ninguna lógica legal internacional en ninguna parte del mundo”.