La especialista en seguridad nacional, Ana María Salazar, analizó cómo la presión de Donald Trump ha impactado en la migración y el combate al crimen organizado en México. Pero advierte: «Su forma dificulta la cooperación y puede generar el efecto contrario». También reveló que «los cárteles ya no están tan seguros de hasta dónde pueden operar».
Salazar, quien fue Subsecretaria adjunta de Defensa de EEUU, aseguró que durante los últimos 40 años «el propio gobierno mexicano ha sido parte del negocio de los cárteles en distintos niveles». Explicó que en varias administraciones «se les facilitaba operar» y que cuando los grupos criminales incomodaban a EEUU, el propio gobierno federal actuaba para contenerlos.
Para Salazar, esa estrategia permitió que «los cárteles controlen hasta dónde compras el agua, la cerveza o si puedes migrar a Estados Unidos».