“La gran sorpresa de esta segunda vuelta no fue que el candidato socialista François Hollande llegara en primer lugar y tuviera grandes posibilidades de convertirse el 6 de mayo en el séptimo presidente de la 5° República Francesa, eso lo venían diciendo los sondeos desde hace semanas, lideró la campaña presidencial desde el primer día. La gran sorpresa y la gran preocupación de todo el mundo es el score realizado por el ultraderechista Frente Nacional liderado por Marine Le Pen, la hija del histórico fundador de ese movimiento”.
“En este momento el Frente Nacional se transforma en el árbitro de la segunda vuelta, porque si bien es cierto que todos los institutos de sondeo anuncian que la transferencia de votos de gran parte del Frente Nacional hacia Hollande debería fortalecer esas previsiones de triunfo para la segunda vuelta, esa es la única posibilidad que tiene Sarkozy, conseguir los votos de Frente Nacional para poder eventualmente ganar la segunda vuelta, pero eso sería realmente un milagro”.