La Casa Blanca se unió el miércoles al coro de voces internacionales que exigen una investigación independiente de la misteriosa muerte de Fernando Albán, al tiempo que el régimen del presidente Nicolás Maduro era golpeado por más acusaciones de que el opositor venezolano falleció bajo tortura y luego fue lanzado de un edificio para encubrir los hechos.
En la más reciente acusación, la fiscal general de Venezuela en exilio, Luisa Ortega Díaz, dijo haber recibido información de que Albán murió asfixiado cuando agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) le colocaban una bolsa sobre la cabeza.
Según Ortega, Albán fue arrestado el viernes en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía por su estrecha relación con el dirigente de Primero Justicia, Julio Borges, quien actualmente está exiliado en Colombia.
“Fue detenido ilegalmente. Eso fue un pase de factura [represalia] por tomarse una fotografía con Julio Borges”, declaró Ortega durante una entrevista con NTN24. “Tengo información que el concejal [de Caracas] Fernando Albán murió ahogado a causa de una bolsa que le colocaron en el SEBIN”.
Por su parte, el gobierno venezolano alega que el concejal se quitó la vida al lanzarse desde el décimo piso de la sede del SEBIN en Caracas, versión que ha sido calificada de poco creíble por la oposición venezolana y gran parte de la comunidad internacional.
El miércoles, el gobierno del presidente Donald Trump también denunció la muerte, que calificó de misteriosa.
“Estados Unidos condena la participación del régimen de Maduro”, dijo Sarah Hucakabee, portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado.
Las autoridades venezolanas arrestaron a Albán cuando regresaba de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde habló ante el mundo sobre la importancia de devolverle la democracia al pueblo de Venezuela y “murió tres días después mientras se encontraba bajo control del servicio de inteligencia venezolano”, agregó la Casa Blanca.
El pronunciamiento de la Casa Blanca se une a una ola de pedidos de que se realice una investigación independiente formuladas el por la Unión Europea, la Organización de los Estados Americanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El pedido también fue formulado por el Grupo de Lima, integrado por los gobiernos de Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
“El Grupo de Lima urge al gobierno de Venezuela a realizar una investigación inmediata, imparcial e independiente, con aval internacional, para esclarecer los hechos y circunstancias que han ocasionado este terrible deceso y adoptar las medidas que correspondan”, señaló la cancillería peruana en un comunicado.
El pronunciamiento también fue formulado por más de 20 ex jefes de Estado y de gobierno de Iberoamérica, quienes lamentaron la muerte Albán.
La versión oficial de su muerte “ofende el sentido común”, indican los ex presidentes, quienes señalan que antes de morir Albán “fue víctima de una desaparición forzada” y estuvo en esa situación “más de 20 horas”.
“Condenamos el desenfreno criminal represivo por parte de la dictadura venezolana, que se agrega al mantenimiento de su pueblo en condiciones de hambruna generalizada y de masiva diáspora hacia el extranjero”, señalan los ex presidentes.
No obstante, el régimen insiste en que Albán se suicidó.
“Toda la evidencia criminalística recogida hasta este momento revela la lamentable circunstancia del suicidio del ciudadano Albán”, dijo a periodistas el fiscal chavista Tarek Saab, quien agregó que la autopsia arrojó que el dirigente “falleció a consecuencia del golpe recibido al caer de una altura considerable”.
“Eso de que cayó es una mentira podrida que no debe repetirse y quien la quiera repetir que la pruebe. No la va a poder probar jamás”, aseveró.
Según la versión presentada por el ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, Albán se lanzó desde la ventana de un baño en el décimo piso en la sede del SEBIN, justo cuando iba a ser trasladado a un tribunal.
Sin embargo, esa versión fue desmentida por sus compañeros en el Partido Primero Justicia, quienes en un comunicado aseveraron que Albán fue “asesinado en manos del régimen de Nicolás Maduro”.
El representante de Primero Justicia en Miami, José Hernández, dijo que el dirigente opositor nunca que quitaría la vida.
“Supuestamente se lanzó desde la ventana de un baño, pero esos son baños a donde no dejan entrar a los presos políticos. Además, Albán era un hombre muy católico” que jamás consideraría quitarse la vida, manifestó.
Fuente: El Nuevo Herald