Una jueza federal en Miami dictaminó que el controvertido centro de detención de migrantes conocido como «Alligator Alcatraz», ubicado en los Everglades de Florida, puede permanecer abierto por ahora, pero prohibió la llegada de nuevos detenidos y cualquier construcción futura en el lugar.
Según reportes de The New York Times y NBC News, la jueza federal de distrito Kathleen Williams ordenó que el centro debe desmantelar gran parte de sus instalaciones y retirar en un plazo de 60 días “todos los generadores, el gas, las aguas residuales y otros contenedores de residuos.”
La decisión es considerada una «victoria importante» por los grupos ambientalistas, como Amigos de los Everglades, y la tribu Miccosukee, quienes presentaron la demanda. De acuerdo con The New York Times, la jueza concluyó que los gobiernos federal y estatal actuaron ilegalmente al no realizar un estudio de impacto ambiental, tal como lo exige la ley federal para proyectos de construcción de gran envergadura. El fallo también señala que el proyecto representa un “daño irreparable en forma de pérdida de hábitat y aumento de la mortalidad de especies en peligro” de extinción.
Un abogado del estado replicó que el centro fue construido y es operado por el estado, por lo que la ley federal no exige un estudio de impacto, según Telemundo 51. Sin embargo, la jueza Williams, en su fallo, citó una máxima: “Si camina como un pato, grazna como un pato y parece un pato, entonces es un pato,” refiriéndose a que el centro, al estar sujeto a fondos y estándares federales, debe cumplir con las leyes ambientales federales, tal como lo reporta The New York Times.
El estado ha presentado un aviso de apelación a la decisión, según NBC News y The New York Times.