Un juez de Manhattan modificó el martes la orden mordaza que había emitido a Donald Trump, con lo que permitirá al expresidente comentar públicamente sobre los testigos y miembros del jurado del juicio que condujo a su condena por delitos graves. Pero otras personas relacionadas con el caso permanecen vetadas hasta que sea sentenciado el 11 de julio.
La decisión del juez Juan M. Merchan —apenas unos días antes del debate que Trump sostendrá el jueves con el presidente Joe Biden— autoriza al virtual candidato presidencial republicano a pasar de nuevo al ataque contra su exabogado Michael Cohen, la actriz porno Stormy Daniels y otros testigos del juicio. Trump fue condenado en Nueva York el 30 de mayo por falsificar registros para encubrir un posible escándalo sexual, lo que le convierte en el primer expresidente estadounidense declarado culpable de un delito.
En un fallo de cinco páginas, Merchan escribió que la orden mordaza tenía como propósito “proteger la integridad de los procedimientos judiciales” y que las protecciones para los testigos y miembros del jurado ya no se aplican ahora que el juicio ha terminado y el jurado ha sido dispensado.
Merchan dijo que había sido su “preferencia” seguir prohibiendo a Trump hacer comentarios sobre los miembros del jurado, cuyos nombres no se han hecho públicos, pero que no podía justificarlo. El juez dejó vigente otra orden que prohíbe a Trump y a sus abogados revelar las identidades de los miembros del jurado o sus direcciones. El abogado de Trump Todd Blanche dijo tras el veredicto que el equipo de la defensa ha destruido esa información.
“Hay amplia evidencia para justificar la continua preocupación por los miembros del jurado”, escribió Merchan.
Merchan también dejó en vigor la prohibición de que Trump haga comentarios sobre el personal del tribunal, el equipo de la fiscalía y sus familias hasta que sea sentenciado, escribiendo que deben “seguir desempeñando sus funciones jurídicas libres de amenazas, intimidación, acoso y daño”. Esas restricciones no prohíben a Trump hacer comentarios sobre el propio juez o el fiscal de distrito Alvin Bragg, cuya oficina procesó el caso.
Los abogados de Trump habían instado a Merchan a levantar completamente la orden mordaza, con el argumento de que no había nada que justificara restringir los derechos de la Primera Enmienda de Trump tras la conclusión del juicio. Trump ha dicho que la orden de silencio le impedía defenderse mientras Cohen y Daniels seguían ridiculizándolo.
Fuente: AP