Actualidad Radio

Home » Juegos Olímpicos Río 2016: las 20 familias que impidieron el derrumbe de su favela

Juegos Olímpicos Río 2016: las 20 familias que impidieron el derrumbe de su favela

por actualidad

FavelaRio

De 600 familias que formaban parte de la favela Vila Autódromo, un respetable asentamiento de Río de Janeiro, a 45 minutos de la famosa playa de Ipanema y conocida por ser una de las pocas «favelas pacíficas», sólo quedan 20. Son las sobrevivientes de un desalojo masivo a causa de las obras de los Juegos Olímpicos 2016.

Lucharon contra las autoridades de Río de Janeiro, quienes empeñadas en desalojar la tierra, a pesar de haberle dado a la comunidad el derecho de vivir ahí por 100 años, empezaron a ofrecer indemnizaciones y viviendas para que los habitantes accedan a que sus casas sean destruidas.

Para estas 30 casas que se mantienen de pie en un barrio lleno de escombros, fueron meses de una lucha brutal, en los tribunales y en las calles, donde denunciaron que fueron hostigados y –algunos–desalojados violentamente.

A medida que se aproximaba la cita olímpica, Vila Autódromo dejaba de ser una favela sobreviviente a lucha contra las drogas, con restaurantes, espacio para los niños, un centro cultural y una iglesia, para pasar a convertirse en un lugar con pilas de basura, graffitis, desechos incinerados, juguetes abandonados y televisores rotos.

María da Penha Silva, una madre de 51 años que encabezó el grupo que consiguió mantener su lugar y comprometer a la municipalidad a que construya nuevas casas, espera un final feliz.

«Todavía hay mucha desconfianza por todo lo que las autoridades nos han hecho, todo lo que hemos pasado. Pero cuando comiencen a construir las casas que nos prometieron va a ser una victoria para nosotros, para todos los que nos apoyaron y para la ciudad entera. Estamos esperando un final feliz,» dijo a Amnistía Internacional en la iglesia donde vive desde que su casa fuera demolida.

Ella se mudó a Vila Autódromo hace casi tres décadas con la esperanza de una vida pacífica. Pero después de unos años, las autoridades la atormentaron para que abandone el lugar. La última amenaza llegó apenas Río de Janeiro consiguió ser sede de los Juegos Olímpicos.
La construcción del Parque Olímpico le costó el hogar a muchos brasileños
Amnistía Internacional

Ofrecieron dinero o nuevos departamentos a los que aceptaban irse. Pero muchos de los que aceptaron la oferta ahora se quejan que los departamentos están mal construidos y que están ubicados en zonas peligrosas.

A los que no aceptaron, como María, les cortaron el agua y la electricidad, les cancelaron los servicios de recolección de basura y, algunos fueron desalojados sin previo aviso, hiriéndolos sin piedad.

Actualmente, Vila Autódromo y el Parque Olímpico son la cara de los problemas de Brasil. Edificios modernos pegados a los escombros.

 

Fuente: Infobae.com

También podria interesarte

Deja tu comentario