Los servicios reguladores de Estados Unidos han anunciado este lunes que JPMorgan ha comprado los activos del banco First Republic tras su intervención y cierre «para proteger a los depositantes», tras convertirse en la tercera entidad en quebrar en apenas dos meses en el país norteamericano.
«First Republic Bank, de San Francisco, California, ha sido cerrado hoy por el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California, que ha nombrado a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) como administrador judicial», según un comunicado publicado por la propia FDIC, que agrega que «para proteger a los depositantes» ha procedido a la venta de activos a JPMorgan Chase.
Así, ha recalcado que JPMorgan «asumirá todos los depósitos» y «la práctica totalidad de los activos de First Republic Bank», tras presentar una oferta para hacerse con todos los depósitos de First Republic. «Como parte de la transacción, las 84 oficinas de First Republic en ocho estados reabrirán como sucursales de JPMorgan Chase, desde hoy y en horario comercial», ha especificado.
La FDIC ha señalado que «todos los depositantes de First Republic se convertirán en depositantes de JPMorgan Chase y tendrán pleno acceso a todos sus depósitos», al tiempo que ha hecho hincapié en que «los depósitos seguirán asegurados por la FDIC y los clientes no tienen que cambiar su relación bancaria para retener la cobertura del seguro de depósito hasta los límites aplicables».
«Los clientes de First Republic deben seguir utilizando su sucursal actual hasta que reciban la notificación de JPMorgan de que ha completado los cambios en los sistemas para permitir que otras sucursales de JPMorgan procesen también sus cuentas», ha recalcado el organismo en su comunicado, publicado a través de su página web.
Por otra parte, ha desvelado que, a fecha del 13 de abril, First Republic tenía unos 229.100 millones de dólares (cerca de 208.325 millones de euros) en bienes totales y 103.900 millones de dólares (unos 94.481 millones d euros) en depósitos. «Además de asumir todos los depósitos, JPMorgan acepta comprar la práctica totalidad de los activos de First Republic», ha puntualizado.
La FDIC ha explicado además que tanto el organismo como JPMorgan «entran en una transacción de pérdidas compartidas sobre préstamos unifamiliares, residenciales y comerciales que adquirió del antiguo First Republic». «La FDIC, como administrador, y JPMorgan compartirán las pérdidas y las posibles recuperaciones de los préstamos cubiertos por el acuerdo de pérdidas compartidas», ha aseverado.
De esta forma, ha argüido que «se prevé que la transacción de pérdidas compartidas maximice la recuperación de los activos al mantenerlos en el sector privado», al tiempo que ha añadido que «también se espera que la transacción minimice las alteraciones para los clientes de préstamos».
Por último, ha señalado que la decisión «ha implicado un proceso de licitación altamente competitivo» y «ha derivado en una transacción consistente con los requisitos de mínimo cote de la Ley Federal de Seguros de Depósitos. «La FDIC estima que el coste al Fondo de Seguros de Depósitos será de unos 13.000 millones de dólares (alrededor de 11.821 millones de euros). Se trata de una estimación y el coste final se determinará cuando la FDIC ponga fin a la administración judicial», ha zanjado.
First Republic Bank, con sede en San Francisco, fue una de las entidades señaladas durante la crisis abierta por el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. Las acciones de First Republic pasaron de cotizar a 122,50 dólares el pasado 1 de marzo a apenas 3 dólares el pasado viernes y se daba ya por segura la intervención de la FIDC.
Poco después del hundimiento de SVB y Signature en marzo los principales bancos estadounidenses acordaron un préstamo de 30.000 millones de dólares para First Republic a petición de la secretaría del Tesoro, Janet Yellen. La entidad comenzó a funcionar en 1985 con una sola oficina en San Francisco y es conocida por acoger a clientes adinerados de los estados costeros. En este momento tiene 82 sucursales, según su web, la mayoría en barrios ricos.
Fuente: Europa Press