CARACAS, Venezuela (AP) — El jefe del comando estratégico de la fuerza armada venezolana, mayor general Wilmer Barrientos, aseguró que son obedientes a las órdenes recibidas por el mandatario Hugo Chávez antes de partir a Cuba de mantener la paz y el sosiego del país.
«Debemos de garantizar y dar al país tranquilidad y paz, no estar inventando, elucubrando cosas. Eso lo haría cualquier militar responsable, no estamos aquí para otra cosa. Estamos para garantizar soberanía, independencia y libertad», dijo el oficial en una entrevista publicada el viernes en el diario El Nacional.
Barrientos agregó que en ausencia de Chávez, quien marchó a Cuba el lunes para una nueva cirugía por la reaparición de cáncer, sus reportes sobre las fuerzas militares y su plan tradicional de seguridad durante los comicios regionales del domingo se entregarán al ministro de Defensa, almirante en jefe Diego Molero, quien a su vez los remitirá al vicepresidente Nicolás Maduro.
El ministro de Información Ernesto Villegas indicó que un nuevo parte sobre la salud del presidente será divulgado por la noche del viernes, según escribió en un mensaje de su cuenta de Twitter. No precisó la hora ni quién difundiría el comunicado.
En tanto, el vicepresidente Maduro asistía en el centro islámico a un acto por la salud del presidente.
Fue uno de los muchos que se han realizado en la jornada y que comenzaron temprano con una misa en el llamado Fuerte Tiuna, o sede del Ministerio de Defensa, donde asistió el general Barrientos.
«Oramos por él (Chávez), primero porque es un ser humano. Los militares no somos diferentes, tenemos sensibilidad. La oración es un elemento poderoso para ayudar a su regreso sano», añadió Barrientos, visto como elemento clave dentro de la fuerza armada y cuyo respaldo al presidente es incuestionable en tiempos en que analistas se preguntan si tal solidez de las filas es la misma que recibe Maduro como encargado político en ausencia del jefe de Estado.
Barrientos no comentó las situaciones internas de la fuerza armada, de más de 200.000 miembros.
«En el alto mando, en la cúpula, hay una lealtad muy clara hacia Chávez», dijo Edgar Gutiérrez, consultor político. «Siento que (en el alto mando) hay demasiadas evidencias de parcialidad hacia el presidente, lo que no quiere decir que exista lo mismo hacia Maduro… o Diosdado» Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional, teniente en retiro del ejército y viejo colaborador de Chávez, añadió Gutiérrez.
La propia historia de Chávez, de 58 años, revela lo importantes que son las fuerzas armadas y las divisiones que hay en sus filas. Siendo un teniente coronel, Chávez encabezó en 1992 un fallido intento de golpe de Estado. Fue perdonado y una década después, ya en la presidencia, algunos oficiales intentaron sacarlo del poder. En ambos casos, las intentonas golpistas fracasaron porque una cantidad importante de uniformados se negaron a plegarse a los levantamientos.
Desde que llegó a la presidencia, Chávez, quien impulsó que una nueva constitución en 1999 otorgara el derecho al voto a los militares, se ha rodeado de soldados, activos y en retiro, para ocupar distintos cargos en el gabinete o en oficina públicas.
El general Barrientos sólo dijo que en el llamado «Plan República», el despliegue militar en más de 12.000 centros electorales, hubo un aumento de 139.000 integrantes, que fueron los que participaron en las elecciones presidenciales del 7 de octubre, a 141.000 para los venideros comicios.
Ese aumento, dijo Barrientos, busca «garantizar al pueblo que esos días en que la fuerza armada estará en la calle haya seguridad, haya paz y sosiego». Ratificó que como en otras elecciones desde la víspera se cerrarán los pasos de frontera.
En Estados Unidos, el presidente Barack Obama rehusó pronunciarse sobre la salud Chávez y subrayó que el futuro de la nación sudamericana debería ser decidido por sus ciudadanos.
«Lo más importante es recordar que el futuro de Venezuela debería estar en las manos de los venezolanos», dijo Obama durante una entrevista concedida a la filial de Univisión en Miami al responder a una pregunta sobre qué mensaje le gustaría ofrecer a los venezolanos residentes en Miami sobre la posibilidad de que Chávez abandone el poder.
«Hemos visto de Chávez en el pasado políticas autoritarias y represión a la disidencia. No especularé sobre cuál es su condición médica, pero para lo que nuestra política está constantemente diseñada es para garantizar que tienes las voces de venezolanos comunes expresando que tienen libertad, que pueden si se esfuerzan para tener éxito en ese país», indicó Obama durante la entrevista celebrada el jueves y cuya transcripción Univisión suministró el viernes.
Chávez fue sometido el martes en Cuba a una operación de seis horas debido a que reaparecieron células cancerosas en el mismo sitio donde fue operado por primera vez en junio de 2011.
De forma sorpresiva y tras declarar a fines del año pasado que estaba curado, Chávez anunció que marchaba nuevamente a Cuba y delegaba le poder en manos de Maduro, uno de sus más fieles colaboradores y que desde hace seis años también es el canciller.
Maduro dijo la víspera que el estado de Chávez evolucionaba de «estable» a «favorable».
Aunque el gobierno ha ofrecido varios comunicados sobre el estado de salud del presidente, no ha habido acceso a los reportes de los médicos o especialistas que lo atienden, lo que genera dudas. «Sinceramente no sé si es verdad o es mentira», dijo Carlos García, un publicista que transitaba por el este de la ciudad, al comentar los padecimientos del jefe de Estado. «Porque nadie sabe realmente qué diagnóstico hay», comentó.
En las calles de Caracas, sumidas en su rutina diaria de congestión vehicular, los capitalinos –algunos declarados simpatizantes del presidente– dicen que Maduro no los atrae.
«Maduro esta muy *jojoto* (inmaduro)», dijo el albañil Angel Navarro mientras caminaba por la céntrica Plaza Bolívar. «Quien nos llena a nosotros, quien nos da esperanza, alegría… se llama Hugo Chávez», agregó.
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