En el momento del ataque, medio centenar de miembros de la peña se hallaban reunidos en el local, que sirve de punto de encuentro para ver los partidos del equipo español. «Un grupo de terroristas islámicos de ISIS entró en la sede empuñando varios fusiles de asalto AK-47 y dispararon al azar a todos los que estaban allí», relató el presidente de la peña desde Samarra, Ziad Subhan, al diario deportivo español AS.
Preguntado por el motivo del ataque, Subhan contestó: «No les gusta el fútbol. Consideran que es algo antimusulmán. Al final, cometen atrocidades así. Estamos todos destrozados por lo que ha sucedido».
Balad es una ciudad situada a 80 km al norte de Bagdad y su población es esencialmente chiita, aunque rodeada de zonas rurales de mayoría sunita. «Huyeron hacia una zona agrícola cercana y se hicieron explotar cuando las fuerzas de seguridad y habitantes se acercaron a ellos», explicaron las autoridades.
Días atrás, también se conoció que el grupo terrorista había prohibido la venta y el uso de casacas deportivas, en especial las pertenecientes a equipos de fútbol internacionales, en Mosul, la «capital» del califato en Irak, acechada por las fuerzas kurdas e iraquíes.
Según los medios de prensa kurdos, se trata de un nuevo giro en la vida cotidiana impuesto por las fuerzas de seguridad de los yihadistas, más conocidas como Hisba Police.
La prohibición fue impuesta para impedir «una ciega imitación de los infieles occidentales». Los yihadistas ordenaron a los negocios de indumentaria deportiva vender «espadas y lanzas».
Fuente: Infobae.com
