El aumento de la inflación en los últimos 12 meses en Estados Unidos ha sido el más grande de los últimos 40 años. Los precios de los alimentos, la gasolina y la vivienda, entre otros, acosan a los consumidores y anulan los aumentos salariales que mucha gente ha recibido.
El Departamento del Trabajo dijo el martes que su índice de precios al consumidor aumentó 8,5% en marzo respecto del año anterior, el incremento interanual más alto desde diciembre de 1981. El alza de los precios obedece al estrangulamiento de las cadenas de suministro, la elevada demanda y los trastornos a los mercados globales de alimentos y energía agravados por la guerra de Rusia contra Ucrania.
El informe del gobierno también revela que la inflación aumentó 1,2% entre febrero y marzo, el incremento mensual más alto desde 2005. Los precios de la gasolina impulsaron más de la mitad de ese aumento.
En toda la economía, las subidas de precios interanuales fueron generalizadas. Los precios de la gasolina se dispararon un 48% en los últimos 12 meses. Los automóviles usados subieron 35%, aunque bajaron en febrero y en marzo. Los muebles de dormitorio han subido 14,7%, los trajes y abrigos para hombre, un 14,5%. Los precios de los comestibles se han disparado un 10%, incluyendo subidas del 18% para el tocino y las naranjas.
Los inversionistas se enfocaron en un dato positivo del reporte e hicieron que los precios de las acciones registraran un alza: La llamada inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y de la energía, subió apenas 0,3% de febrero a marzo, el incremento mensual más pequeño desde septiembre. Sin embargo, en el último año los precios subyacentes subieron 6,5%, el máximo desde 1982.
“El fuego de la inflación sigue fuera de control”, comentó Christopher Rupkey, principal economista de la empresa de investigación FWDBONDS LLC.
Las cifras de marzo son las primeras que captan plenamente el aumento de los precios de la gasolina tras la invasión rusa a Ucrania, que comenzó el 24 de febrero. Occidente ha respondido con sanciones a los brutales ataques de Moscú, que han trastornado los mercados globales de alimentos y energía. Según la asociación automovilística AAA, el precio promedio de un galón (3,8 litros) de gasolina ha aumentado 43% respecto del año pasado a 4,10 dólares, aunque ha descendido en el último par de semanas.
La aceleración en el ritmo de la inflación se ha producido en el marco de un mercado laboral en auge y una economía general sólida. En marzo, los empleadores generaron 431.000 puestos de trabajo, el 11mo mes consecutivo en el que agregan al menos 400.000. En 2021, añadieron 6,7 millones de puestos de trabajo, la cifra más alta de todos los años registrados. Además, las ofertas de empleo están cerca de los máximos históricos, los despidos están en su punto más bajo desde 1968 y la tasa de desempleo está apenas por encima del mínimo de medio siglo.
La escalada de los precios del combustible ha provocado aumentos de los costos del transporte de productos en toda la economía, lo que se ha traducido en precios más altos para el consumidor. Y la presión se hace sentir especialmente en las gasolineras.
“Es un dólar extra por galón que estoy pagando para ir a la ciudad para trabajar”, comentó Jason Emerson de Oakland, California, mientras subía alimentos a su automóvil. «Y luego, tenemos los peajes que este año acaban de subir un dólar. Los huevos también cuestan un dólar más. Así que todo está subiendo al menos un dólar, que, ya sabes, se suma”.
Fuente: AP