Militares brasileños sacrificaron a un jaguar que escapó e intentó embestir a un cuidador poco después de ser exhibido en una ceremonia con la antorcha olímpica por la ciudad amazónica de Manaos, lo que desató una nueva polémica que salpica a los Juegos de Río 2016.
Luego de posar junto al símbolo olímpico, el animal, que está en peligro de extinción y pertenece al zoológico del Centro de Instrucción de Guerra de la Selva, terminó abatido a tiros por militares. En un principio intentaron dormirlo con dardos tranquilizantes cuando amenazaba con atacar a su cuidador, pero no hubo éxito, según informó el comando militar.
La muerte del jaguar provocó una ola de críticas en redes sociales con la difusión de una declaración suscrita por más de 25 mil personas bajo el lema «Justicia para Juma».
«Juma fue retirada de su hábitat natural para servir de alegoría para las patéticas Olimpiadas que sólo generan prejuicios a Brasil. Una actitud irresponsable que costó la vida de un animal inocente», denuncia el manifiesto.
El Centro de Instrucción de Guerra en la Selva abrió un proceso para investigar el hecho y el Instituto de Protección Ambiental del Amazonas (Ipaam) divulgó una nota en la que aclaró que no le habían solicitado autorización para que el jaguar participara del evento.
El felino había sido rescatado de cachorro por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Ibama) y estaba acostumbrado al trato con humanos. Era una de las atracciones del zoológico, mantenido por el cuerpo del ejército con personal especializado en fauna salvaje.
El Comité Organizador Río 2016 admitió que fue «un error» utilizar al animal. «Erramos al permitir que la antorcha olímpica, símbolo de paz y de unión entre los pueblos, fuera exhibida al lado de un animal salvaje encadenado. Una escena contraria a nuestras creencias y valores», señalaron fuentes del Comité.
Fuente: EFE / AFP