Hugo Acha, analista y experto en geopolítica, describió la compleja relación entre EE.UU. y China como una de profunda dependencia por parte del país asiático, al punto de considerarlo ‘rehén de su mayor adversario geopolítico’, sugiriendo que su estabilidad económica está fuertemente ligada a este último.
Durante su intervención en el programa Cada Tarde de Actualidad Radio, Acha expuso lo que considera una fragilidad estructural del modelo económico chino. Según él, este modelo enfrenta importantes desafíos para ‘generar riqueza a nivel del consumidor masivo’, ya que, en su visión, un desarrollo de esta índole que no esté alineado con las directrices estatales ‘sería letal para su modelo comunista’. Añadió que, desde su perspectiva, aunque China cuenta con una creciente clase media, su demanda interna aún no sería lo suficientemente robusta como para liberarla de su dependencia del mercado externo, donde EE.UU. figura como uno de sus clientes más significativos y, paradójicamente, su principal adversario.
Acha aseguró además que, en su evaluación, ‘la guerra comercial la perdió China’, y que Xi Jinping ‘creyó que podía enfrentar a EE.UU. en una guerra comercial y perdió’.
En su análisis, también abordó el vínculo estratégico entre China y Cuba, asegurando que ‘China espía y prepara disrupción tecnológica desde Cuba’. El experto concluyó que ‘en Cuba se han instalado capacidades chinas de espionaje, vigilancia e interferencia tecnológica’. Según su criterio, China ya no solo recolecta información, sino que poseería la capacidad para afectar potencialmente el flujo de datos en EE.UU., afirmando: ‘Esto va más allá del espionaje clásico. Estamos hablando de guerra híbrida’.”