Tras una victoria contundente, el alcalde electo Bryan Calvo aseguró que llega con el objetivo de romper viejas prácticas políticas y devolver el gobierno municipal a los residentes de la ciudad.
“Hialeah no puede seguir siendo botín de nadie. La ciudad le pertenece a su gente, no a intereses políticos ni a grupos de poder”.
Calvo señaló que durante años se normalizó el incremento de impuestos y facturas de agua, decisiones que, según afirmó, “fueron tomadas sin considerar el impacto en los hogares de trabajadores, jubilados y familias que viven con presupuesto limitado”.
“Hay familias eligiendo entre pagar la factura de agua o comprar comida. Eso no es gobierno. Eso es abuso”.
El alcalde electo anunció que, desde su primer día en funciones, firmará una serie de órdenes ejecutivas para detener prácticas que calificó de injustas y contrarias al interés público: Eliminar las pensiones políticas, ordenar el cese de aumentos injustificados en las facturas de agua, y la creación de una Comisión Anticomunista Municipal para investigar lavado de dinero en comercios y estructuras financieras dentro de Hialeah.
“Vamos a limpiar la ciudad. Vamos a investigar de dónde viene el dinero, cómo se mueve y quién se ha beneficiado de la falta de supervisión”.
Calvo también insistió en que su gobierno no será un gobierno de favores ni de compromisos heredados: “Yo no le debo esta victoria a ningún grupo político. Le debo esta victoria a los residentes. Y eso define mi lealtad”.
La toma de posesión está fijada para el 12 de enero, y su equipo ya prepara la reestructuración administrativa para iniciar cambios inmediatos en los primeros 100 días de gestión.
“No vamos a administrar problemas. Los vamos a resolver”.