David Knezevich, el empresario de Florida acusado del secuestro y presunto asesinato de su esposa Ana María Henao Knezevich en España, fue encontrado muerto en su celda de un centro de detención federal en Miami este lunes por la mañana, en lo que aparenta ser un suicidio.
La abogada de Knezevich, Jayne Weintraub, confirmó el fallecimiento, calificándolo como «increíblemente abrumador» y expresando la devastación del equipo de defensa. «Confiamos en que se llevará a cabo una investigación adecuada», añadió Weintraub. El Buró Federal de Prisiones informó que Knezevich, de 37 años, fue encontrado inconsciente alrededor de las 8:15 a.m. y, a pesar de las medidas de reanimación, fue declarado muerto. No se reportaron otros heridos.
Knezevich estaba detenido sin derecho a fianza desde su arresto en el Aeropuerto Internacional de Miami en mayo de 2024, considerado un riesgo de fuga. Era el principal sospechoso de la desaparición de Ana María, de 40 años y origen colombiano, vista por última vez el 2 de febrero de 2024 en Madrid, España, adonde se había mudado en diciembre de 2023 en medio de un complicado proceso de divorcio. El cuerpo de Ana María nunca ha sido encontrado.
La investigación federal vinculaba a Knezevich con la desaparición mediante pruebas como imágenes de seguridad que presuntamente lo mostraban comprando pintura en aerosol en Madrid el día de la desaparición, la cual se habría usado para tapar cámaras en el edificio de Ana María. También se reportó un video de un hombre con casco de motocicleta desactivando una cámara en el apartamento de ella. La pareja, casada durante 13 años, estaba en medio de una disputa legal por millones de dólares en activos y propiedades inmobiliarias en Florida.
A pesar de la gravedad de los cargos, la fiscalía había comunicado en diciembre pasado que no buscaría la pena de muerte. El abogado de la familia Henao, Adam Ingber, había señalado previamente que el caso ameritaba dicha pena por la presunta planificación.
La familia de Ana María Henao emitió un comunicado tras conocer la noticia: “El suicidio del asesino de Ana cierra un capítulo doloroso en nuestras vidas (…). Es un cruel insulto final que quizás nunca recuperemos los restos de Ana ni conozcamos la magnitud de la traición que sufrió. Aun así, seguimos comprometidos con la búsqueda de la verdad y la justicia para Ana (…) y con la preservación de su memoria».