El Dr. Joseph Varón, reconocido por liderar la unidad de COVID-19 en dos importantes hospitales de Houston, Texas, durante el apogeo de la pandemia y por ser uno de los primeros en vacunarse públicamente y recomendar la inoculación a sus pacientes, ha roto el silencio. Hoy, afirma sentirse responsable por aquellas recomendaciones iniciales, tras lo que él asegura es la comprobación de hechos que anteriormente muchos desestimaron como teorías de conspiración.
El Dr. Varón relata haber sido censurado y cuestionado profesionalmente, a pesar de haber trabajado, según sus palabras, 715 días seguidos sin descanso en la primera línea de batalla contra el virus. Ahora, se pronuncia abiertamente sobre las vacunas contra el COVID-19, el uso de la ivermectina y lo que describe como encubrimientos médicos que, según él, fueron encabezados por Anthony Fauci, ex asesor médico jefe del presidente de los Estados Unidos.
Entre sus contundentes declaraciones, el Dr. Varón afirmó: “Si me hubieses preguntado hace 6 años, no habría dicho que las farmacéuticas controlaban todo. Pero lo viví. Vi cómo amigos perdieron su licencia por recetar ivermectina, una medicina que la misma OMS [Organización Mundial de la Salud] considera vital en casos de desastre”. Sostiene además que “más de 50% de mis pacientes ahora tienen lesiones por vacunación. Uno de cada 800 vacunados va a tener algún tipo de complicación, y puede ser a largo plazo”.
Una de sus aseveraciones más graves es que, según sus hallazgos, “encontramos secuencias genéticas del VIH [Virus de Inmunodeficiencia Humana] dentro del COVID. Eso no ocurre en la naturaleza”, por lo que asegura de forma categórica: “¡Este virus fue manipulado por humanos!”. Respecto a su propia práctica médica durante la crisis, el Dr. Varón defendió sus métodos: “Usé ivermectina. Mi mortalidad fue del 4% cuando la media nacional era de 25 al 40%”.