Las Fuerzas Armadas iraquíes y las fuerzas paramilitares de movilización popular (principalmente compuestas por milicias chiitas) «han comenzado la primera fase de la conquista de la provincia de Nínive», de la cual Mosul es la capital, señala el comunicado emitido por el comando de operaciones.
La ofensiva para retomar la ciudad norteña de manos de grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) lleva más de un año de preparación y es considerada como una batalla decisiva para deshacerse del flagelo extremista que asoló la región especialmente a partir de junio de 2014, cuando la ciudad cayó en manos terroristas.
Araz Mirkhan, un responsable de los peshmergas kurdos, declaró a la AFP que las «fuerzas iraquíes de Majmur empezaron a avanzar hacia Al Qayara, al sur de la ciudad de Mosul».
«El avance permitió liberar cuatro o cinco pueblos en manos de los terroristas de Dáesh», acrónimo en árabe del EI, añadió.
La coalición internacional liderada por los Estados Unidos presta apoyo aéreo a la campaña, indicó Rasool, que no pudo dar más detalles. También los peshmergas, las milicias kurdas, juegan un papel importante en la crucial ofensiva que acaba de comenzar.
Cientos de soldados fueron enviados a la región en febrero para estar listos de cara al comienzo de esta batalla. Han hecho base en la ciudad de Makhmur, provincia de Erbil.
No estaba claro en un primer momento cuánto podría durar la compleja y exigente operación.
Mosul se encuentra 360 kilómetros al noroeste de Bagdad. Se trata de la segunda ciudad más grande de Irak, y cayó en manos del grupo extremista durante su ofensiva relámpago de junio de 2014. Mosul es también la ciudad más grande del territorio donde el ISIS ha declarado un califato