En una dramática y visual protesta, un grupo de inmigrantes recluidos en el Centro de Procesamiento de Krome, en el suroeste de Miami-Dade, formó este jueves una señal humana de «SOS» en una cancha de baloncesto para denunciar lo que activistas y familiares describen como condiciones de hacinamiento e inhumanas. Las imágenes, captadas por helicópteros de noticias, mostraban a los detenidos vestidos de blanco, algunos de rodillas, junto a las palabras «Libre» y «Cuba» formadas en el suelo con sus ropas.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) calificó el evento como una «manifestación pacífica» y aseguró en un comunicado que «no se han registrado heridos ni se ha usado la fuerza». La agencia federal afirmó que las operaciones en Krome continuaban con normalidad y reiteró su «compromiso de garantizar que todos los que están bajo la custodia de la agencia residan en entornos seguros y humanos».
Sin embargo, esta protesta surge en medio de crecientes denuncias sobre el deterioro de las condiciones en el centro. Familiares de los detenidos indicaron a Telemundo 51 que la manifestación también buscaba evitar un posible traslado a un centro de detención en Texas.
La congresista demócrata por Florida, Debbie Wasserman Schultz, quien visitó Krome hace poco más de una semana, denunció haber encontrado «condiciones inhumanas y de hacinamiento». A través de la red social X, afirmó que «casi la mitad de los detenidos no tiene antecedentes penales y muchos no recibieron el debido proceso».
Organizaciones proinmigrantes respaldan estas denuncias. Thomas Kennedy, consultor de la Florida Immigrant Coalition, declaró a Telemundo 51 que Krome está operando a casi el 300% de su capacidad, albergando a unas 1,700 personas en instalaciones diseñadas para un máximo de 600. Según Kennedy, esta situación ha derivado en una acción judicial que denuncia que entre 30 y 40 inmigrantes son obligados a vivir en celdas con capacidad para solo doce personas.
En abril, ICE había reconocido a través de un comunicado la existencia de una «sobrepoblación temporal» en algunas de sus instalaciones debido a un aumento en las detenciones, impulsado por las políticas migratorias de la administración del presidente Donald Trump. La agencia aseguró estar implementando medidas para gestionar la capacidad.
La situación de los detenidos cubanos, en particular, ha sido destacada por expertos legales como Antonio Ramos, quien explicó que muchos se encuentran en un «limbo» legal, sin haber cumplido aún el «año y un día» necesario para aplicar a la Ley de Ajuste Cubano y sin la protección del parole, que fue suspendido.
Este llamado de auxilio no es un hecho aislado. En abril pasado, presos mayoritariamente venezolanos realizaron una señal de ‘SOS’ similar desde el centro de detención de Bluebonnet, en Texas, atrayendo también la atención sobre sus condiciones.