El General de Brigada de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y actual secretario del Departamento de Seguridad Pública del Gobierno de Puerto Rico, Arthur Garffer, aseguró que el despliegue militar estadounidense en el Caribe no es simbólico ni pasajero.
“Los buques no van a regresar con los brazos vacíos”, afirmó Garffer, quien cree que Washington evalúa varios cursos de acción. Estos incluyen una salida diplomática en un país tercero, la entrega interna del dictador Maduro por parte de sus propios aliados, o la ejecución de operaciones especiales.
La Paranoia del Régimen
El funcionario advirtió que el régimen vive un clima de paranoia interna, con más de 1.500 militares encarcelados como muestra de desconfianza en sus Fuerzas Armadas. Además, recordó que Venezuela ha sido entrenada en inteligencia por Rusia y China, lo que hace más difícil cualquier intento de infiltración en Caracas.
Garffer también destacó el papel de Puerto Rico como frontera más sureña de Estados Unidos, subrayando su importancia en la lucha contra el narcotráfico.
“Estamos en una posición geoestratégica vital. Puerto Rico ha sufrido mucho con el trasiego de drogas desde Venezuela hacia la isla y luego al continente”, señaló.
El General comparó la presencia militar en el Caribe con la reactivación de la base de Subic Bay en Filipinas ante la amenaza de China. Para Garffer, la presencia militar en la región tiene un propósito definido y tangible, y refleja la nueva estrategia estadounidense frente al régimen de Maduro y la influencia de potencias extranjeras en América Latina.