De las 425 personas que recibieron dosis de Johnson & Johnson en el centro de vacunación del recinto ferial Cummings, cerca de Atlanta el miércoles, ocho experimentaron reacciones adversas, dijo el Departamento de Salud de Georgia. Una persona fue evaluada en un hospital, mientras que las demás fueron controladas en el recinto donde se vacunaron y enviadas posteriormente a casa.
El departamento de salud dijo que «las reacciones son consistentes con las reacciones comunes en los adultos que se vacunan, con cualquier vacuna, pero debido al número de personas afectadas, el sitio detuvo las vacunas J&J para evaluar».
«No hay razón para creer que haya nada malo en la vacuna en sí, y otras personas que han recibido la vacuna no deberían estar preocupadas», dijo la Dra. Kathleen Toomey, comisionada de salud.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están evaluando los incidentes en Georgia junto con otros en Colorado y Carolina del Norte, dijo el departamento de salud. Toomey dijo que las autoridades estatales estaban «investigando lo sucedido y lo que puede haber causado las reacciones, incluidas las condiciones del recinto ferial, como el calor y la capacidad de mantener el lugar fresco«.
Georgia es el tercer estado que cierra temporalmente un centro de vacunación. A principios de la semana pasada, 18 personas informaron de efectos secundarios en Carolina del Norte, mientras que 11 personas en Colorado reaccionaron a la inyección con síntomas como mareos, náuseas y desmayos.
«Se trata de una vacuna realmente potente, y lo que estamos viendo es que parte de esa potencia se relaciona con un efecto secundario muy raro del que tenemos que ser conscientes», dijo el médico David Agus en declaraciones a CBS News.
Tres recintos de Carolina del Norte fueron autorizados a reanudar las vacunaciones de J&J después de que los CDC dijeran el viernes que no habían encontrado indicios de problemas de seguridad.
Problemas de distribución
Otro problema al que se enfrenta J&J es la distribución. La empresa está reduciendo drásticamente los envíos a los estados en un 84% la próxima semana, según CNN.
Se esperaba que la vacuna de J&J cambiara las reglas del juego, no solo por tratarse de una inyección monodosis sino también por no necesitar ninguna refrigeración especial. La vacuna de Pfizer necesita almacenarse en hielo seco a temperaturas extremadamente bajas (-94ºF), un desafío de logística y distribución. La vacuna de Moderna, por su parte, se puede almacenar en el refrigerador y es estable durante 30 días a temperaturas de 4ºF.
El problema parece estar en el suministro de la empresa de la sustancia farmacológica que emplea la vacuna. J&J ha estado obteniendo esta sustancia desde su socio europeo, la farmacéutica Janssen, con sede en los Países Bajos. La empresa ha tratado de incrementar su capacidad de fabricación adicional en EEUU, pero ha tenido problemas con uno de esos fabricantes, Emergent BioSolutions, con sede en Baltimore.
Fuente: Univision