El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, enfrenta un referendo extraordinario para mantenerse al frente de la cámara baja después de que un miembro conservador de su propio partido y añejo crítico presentó una moción para poner en marcha una votación sobre si debería permanecer en el cargo.
El lunes por la noche, el representante Matt Gaetz se puso de pie en la cámara baja cuando faltaba poco para que finalizara la sesión con el fin de presentar la moción, la cual pondrá en marcha una votación anticipada en los próximos días que incluso Gaetz reconoció que podría carecer del respaldo suficiente para quitar a McCarthy del puesto.
“Tengo suficientes republicanos para que a estas alturas de la próxima semana suceda una de dos cosas: Kevin McCarthy ya no sea el presidente de la Cámara de Representantes, o sea el presidente de la Cámara de Representantes al servicio de los demócratas”, dijo Gaetz a los reporteros posteriormente, afuera del Capitolio.
McCarthy respondió minutos más tarde en redes sociales: “Venga”.
Gaetz replicó en otra publicación: “Acabo de hacerlo”.
Es la primera vez en más de 100 años que un legislador estadounidense realmente se moviliza para obligar a efectuar una votación valiéndose de la herramienta legislativa con la que se ha amenazado a otros presidentes de la cámara baja, inclusive en 2015, pero nunca había sido empleada a fondo para intentar quitarlos del puesto.
La audaz medida para confrontar a McCarthy conlleva ramificaciones potencialmente graves si suficientes legisladores deciden retirarlo de la presidencia del recinto, pero también para Gaetz si no prospera. También deja ver claramente las facciones enfrentadas que han afectado a la mayoría republicana este año en la Cámara de Representantes y más allá.
Hasta ahora, a pesar de las profundas divisiones en torno al liderazgo de McCarthy, sólo un puñado de republicanos derechistas radicales han dado indicios de que están dispuestos a votar para quitarlo del puesto. Otros que se han alineado con Gaetz en lo que respecta a recortes al gasto público u otras prioridades no lo apoyarán en esta moción.
“Es una idea realmente mala”, dijo el representante republicano Thomas Massie, uno de los legisladores más conservadores de la cámara baja.
Gaetz, un republicano de línea dura por Florida, ha amenazado durante meses con utilizar la herramienta procesal — llamada moción para destituir — para intentar despojar a McCarthy de su cargo. Dichas amenazas escalaron durante el fin de semana, después de que McCarthy se apoyó en los demócratas con el fin de conseguir los votos necesarios para mantener financiado al gobierno federal.
Esa decisión ha expuesto a McCarthy a la que posiblemente sea la mayor prueba a su cargo, y podría obligarlo a ir del otro lado del pasillo para buscar el apoyo de los demócratas. Pero de momento se desconoce cómo se desarrollará la votación, mientras los demócratas sopesan si ayudarán a McCarthy, se unirán a los intentos por echarlo, o si simplemente retendrán sus votos o se apoyarán en maniobras legislativas que pudiesen modificar el desenlace.
“¿Respaldamos a un sociópata o a un incompetente?”, dijo el representante demócrata Mark Pocan, de tendencia progresista. “No lo sé”.
Y aliados de McCarthy han dicho durante semanas que estaban listos para que llegara una moción en contra de él.
El representante republicano Michael McCaul, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, dijo que ha hablado en privado con algunos demócratas, los cuales le han dicho que votarían para ayudar a McCarthy a permanecer en el puesto. “Estoy seguro que el señor Gaetz tendrá algunos aliados que lo apoyarán. Pero no veo suficientes”, señaló.
La votación podría resultar en una humillación — el primer presidente de la cámara baja destituido del cargo mediante esta vía — o inyectarle una renovada fuerza al superar otro obstáculo mientras intenta encabezar una complicada y estrecha mayoría.
Sus críticos conservadores lo han estado asediando desde el principio de esta legislatura, negándole votos y frustrando sus planes. Pero McCarthy ha aceptado recientemente los intentos de retirarlo del cargo e insinuó que es una oportunidad para silenciar a sus críticos de una vez por todas.
Fuente: AP