Florida reportó el viernes 22,783 nuevos casos de COVID-19, el mayor número de casos en un día desde el inicio de la pandemia, de acuerdo con cifras dadas a conocer por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CD).
De esta manera el promedio diario de los últimos 7 días llegó a un nuevo máximo de 18,933.
Florida también encabeza la nación en términos de hospitalizaciones relacionadas con el COVID-19, al subir a 12,864, en comparación con las 12,516 reportadas el jueves, según un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
La información de los hospitales muestra que 2,680 de esos pacientes requirieron cuidados intensivos, utilizando alrededor del 42% de las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos en el estado, en comparación con la ocupación de menos del 20% reportada hace dos semanas.
A pesar del repunte en casos y hospitalizaciones, el gobernador Ron DeSantis reiteró el viernes en una conferencia de prensa su oposición a imponer restricciones como cierres de negocios y el uso obligatorio de mascarillas.
Lo que es un hecho es que los hospitales del sur de la Florida están resintiendo el rebrote de casos de COVID-19, que está causando un impacto significativo sobre sus recursos para atender a los pacientes.
La enfermera Vicki González, vicepresidenta del sindicato de enfermeros, médicos y profesionales del Jackson dice que lo que “estamos viendo es que el 95 por ciento de los pacientes hospitalizados no están vacunados”.
Por eso en conferencia de prensa el jueves se anunciaron medidas más estrictas en el sistema de salud Jackson. A partir del 23 de agosto será obligatorio que todos los empleados, médicos, estudiantes y proveedores del Jackson sean vacunados contra el COVID-19, aseveró Carlos Migoya, presidente del sistema de salud Jackson
«Quienes el 23 de agosto no hayan recibido una primera dosis, tendrán que salir de las instalaciones para comer o beber, solo podrán asistir a reuniones virtuales y lo más importante es que tendrán que usar una máscara N95 en todo momento y lugar dentro de las instalaciones”, dijo Migoya.
Por su parte la enfermera González añadió que el “personal está bajo. Se nos han ido muchos enfermeros y necesitamos el personal para cuidar a los pacientes que nos están entrando diariamente”.
El sindicato de médicos y enfermeros apoya las medidas dicen que son drásticas pero necesarias. “Hacen falta para protegernos unos a nosotros y para seguir protegiendo a nuestros pacientes”, alertó la enfermera Vicki González.
Por su parte, los empleados del condado Miami Dade tendrán que mostrar una prueba de vacunación a partir del 16 de agosto. La alcaldesa Daniella Levine Cava dijo que los que desean no participar en las pruebas pueden brindar en ese caso, una muestra de exámenes negativos de COVID-19 una vez a la semana.
Fuente: AP