El Gobierno de Florida endureció los controles en las prisiones estatales después de las denuncias sobre brutalidad y corrupción en sus cárceles, entre ellas la muerte de un reo sometido a una ducha caliente como castigo.
«Ha habido brutalidad, negligencia e incluso asesinato de prisioneros a manos de los guardias de la prisión, sin rendición de cuentas», aseguró hoy a Efe Carolina González, directiva de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Florida.
La lluvia de denuncias llevaron al gobernador Rick Scott a decretar el pasado día 8 una acción ejecutiva para garantizar la «seguridad y transparencia» dentro del Departamento Correccional (DOC) estatal.
Uno de los casos que más notoriedad ha tenido es el de un preso enfermo mental muerto en 2012 al que se le desprendió parte de la piel tras aguantar el vapor por un largo periodo de tiempo en un recinto cerrado.