OSLO (AP) — La fiscalía solicitó el jueves a un tribunal que el asesino confeso Anders Behring Breivik sea enviado a una institución para enfermos mentales en lugar de a prisión por haber masacrado a 77 personas con una bomba y a balazos.
Si la corte llega a la misma conclusión cuando emita su fallo el mes próximo, ello significaría que Breivik, de 33 años, evitaría ser acusado penalmente por la peor masacre en tiempos de paz en Noruega.
Los ataques en la sede del gobierno noruego y en un campamento veraniego juvenil no serían considerados como actos de terrorismo político, sino labor de un maniático deseoso de sangre.
«Solicitamos que sea transferido a un cuidado psiquiátrico obligatorio», dijo el fiscal Svein Holden en sus argumentos finales.
Aunque la evidencia de que Breivik estaba en estado psicótico durante los ataques del 22 de junio no fue concluyente, hubo suficientes dudas en torno a su salud mental y ello impide que sea sentenciado a ir a la cárcel bajo las leyes noruegas, agregó Holden.
Es probable que la defensa rechace el argumento de que está loco el viernes, el último día del juicio de 10 semanas. Breivik, quien dice ser un miliciano opuesto a los musulmanes, argumenta que está cuerdo y que sus ataques fueron motivados por sus puntos de vista políticos.
Al igual que cuando comenzó el juicio a mediados de abril, el acusado noruego elevó el brazo derecho con el puño cerrado en señal de saludo el jueves antes de ser conducido fuera de la corte.
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