El fiscal general de Florida, James Uthmeier, ha presentado una controversial propuesta para establecer un nuevo centro temporal de detención para inmigrantes indocumentados en el corazón de los Everglades, al que ha apodado el «Alligator Alcatraz». La iniciativa, revelada en un video publicado por Uthmeier en su cuenta de X este jueves, busca ofrecer una solución rápida y «de bajo costo» al problema de la capacidad de los centros de detención de ICE.
El lugar propuesto es el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Miami-Dade-Collier, una instalación que Uthmeier describió como «prácticamente abandonada» y que abarca unas 39 millas cuadradas de terreno. Según el fiscal general, este centro podría estar operativo en un plazo de 30 a 60 días desde su construcción y tendría capacidad para albergar hasta 1,000 inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país, a quienes se refirió como «criminal aliens».
Alligator Alcatraz: the one-stop shop to carry out President Trump’s mass deportation agenda. pic.twitter.com/96um2IXE7U
— Attorney General James Uthmeier (@AGJamesUthmeier) June 19, 2025
Uthmeier enfatizó en el video que el sitio ofrece una ventaja única para la seguridad, ya que no requeriría una inversión considerable en perímetros artificiales. «La gente sale, no hay mucho que los espere, aparte de caimanes y pitones», afirmó, añadiendo que «no hay dónde correr, ni dónde esconderse», una declaración que subraya la dureza del entorno como elemento disuasorio.
Esta propuesta surge en un momento de creciente presión sobre el sistema de detención de inmigrantes de EEUU. Los centros de detención de ICE se encuentran actualmente «llenos hasta el tope», albergando a cerca de 53,000 migrantes indocumentados, una cifra que excede la capacidad financiada por el Congreso. ICE, que ya reportó estar $1,000 millones por encima de su presupuesto, enfrenta una directriz de la Casa Blanca para aumentar su cuota diaria de arrestos de 1,800 a 3,000.
El fiscal general Uthmeier destacó que Florida ha estado «liderando en la aplicación de la ley de inmigración», apoyando los esfuerzos de la administración Trump y de ICE para detener y deportar a los inmigrantes sin documentos. Su propuesta se presenta como una «oportunidad eficiente y de bajo costo» en medio de la crisis de capacidad que afecta a las agencias federales.