La FIFA envió una solicitud a la justicia estadounidense para recuperar las «decenas de millones de dólares» de sus antiguos directivos perseguidos en los Estados Unidos, en cuya investigación se basa para reconocer que Sudáfrica pagó para obtener los votos necesarios en la elección del Mundial 2010.
El organismo que preside el suizo Gianni Infantino presentó hoy estos documentos en un intento de recuperar decenas de millones de dólares que se embolsaron ilegalmente 39 miembros de la FIFA y otros oficiales de fútbol perseguidos por la justicia estadounidense por corrupción.
La FIFA, que se declara en dicha documentación «víctima», presentó una solicitud de restitución a la Oficina del Procurador de Estados Unidos y a la Oficina de Libertad Condicional de Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York, para que exija la indemnización por parte de los 41 exfuncionarios de la FIFA y otras organizaciones de fútbol, entre ellos Chuck Blazer, Jack Warner, Jeffrey Webb y otros que han sido acusados en la investigación que está en curso llevada a cabo por el Departamento de Justicia.
El organismo cree que decenas de millones de dólares fueron desviados de la comunidad del fútbol ilegalmente a través de sobornos, comisiones ilegales y esquemas corruptos llevados a cabo por los acusados. Esta cantidad es probable que aumente a medida que la investigación continúe.
La FIFA pide la restitución del dinero que los acusados se embolsaron para enriquecerse, así como los sueldos, prestaciones y bonos que percibieron durante su permanencia en la FIFA y otras organizaciones de fútbol.
El ente también reclama dinero por los daños causados debido a sus acciones sobre la marca FIFA y su reputación, su propiedad intelectual y sus relaciones de negocios.
Entre los documentos presentados, y respecto a Sudáfrica la FIFA entiende que se pagaron diez millones de dólares en sobornos a cambio de votos para la elección del país africano al trinitense Jack Warner, expresidente de la CONCACAF, y expresidente de la FIFA, así como a Chuck Blazer, exsecretario general de la CONCACAF, y un tercer miembro del comité ejecutivo.
El organismo futbolístico universal explica en uno de los 22 folios de la petición que Warner y su familia habían establecido estrechos vínculos con Sudáfrica durante el intento fallido del país para ser sede del Mundial 2006, concedido finalmente a Alemania.