“Esta ha sido una operación cacareada”, sentenció el académico Agustín Berea en el programa Cada Tarde, al analizar el impacto de los ataques israelíes contra el programa nuclear de Irán. El especialista en Seguridad y Medio Oriente de la Universidad Panamericana advirtió que, aunque exitosos tácticamente, los bombardeos podrían ser insuficientes si la voluntad política del régimen para obtener un arma nuclear sigue intacta.
Berea comparó el caso con Pakistán y Corea del Norte, que avanzaron en sus programas nucleares pese a la presión internacional, y criticó el carácter anunciado del conflicto. “La bomba de Hiroshima fue una sorpresa. Esto no lo fue”, afirmó, antes de plantear la hipótesis más inquietante: que Irán haya preparado redes subterráneas secretas más allá de los sitios destruidos. “¿Quién quita que a 200 metros de distancia haya quedado parte del complejo nuclear iraní?”, se preguntó.
Desde el plano diplomático, el experto criticó la decisión de la administración Trump de abandonar el pacto nuclear negociado por Obama. Sostuvo que si bien el acuerdo era imperfecto, garantizaba un nivel de transparencia. “Ahora sí no nos vamos a enterar… Si Irán reconstruye su programa nuclear, será una sorpresa dramática”.
El académico concluyó que el riesgo ya no es solo militar, sino de “inteligencia y oscuridad estratégica”. Sin inspectores ni canales de verificación, “solo resta esperar el día en que la evidencia sea irrefutable, y tal vez demasiado tarde”.