Todos los meteorólogos coinciden. Se espera que el aire frío y los fuertes vientos hagan descender la temperatura a niveles récord, que hará castañear los dientes de las millones de personas que viven en la costa este de Estados Unidos, desde el Atlántico medio a Nueva Inglaterra. Las estimaciones indican que el clima helado se prolongará durante todo el fin de semana.
Este mapa muestra el amplio territorio de EEUU que está bajo nieve y con temperaturas por debajo de los 0°C
Por la intensidad del viento polar, la sensación térmica podría descender este viernes a -26 grados en un área que va desde Filadelfia hasta Beantown. En estados como Maryland y Virginia, la temperatura se ubicaría en un rango de entre -12 y -9 grados. Las áreas costeras en el noreste estarían en un solo dígito.
Las ventiscas heladas pueden hacer que la temperatura se sienta hasta 30 grados más baja. Son niveles peligrosos, que podría conducir a la congelación, advirtió Carl Erickson, un meteorólogo AccuWeather con sede en State College, Pensilvania.
El sur tampoco se salvará. Louisiana, Mississippi, Alabama y Georgia pueden esperar temperaturas de entre -9 y -6 grados. El norte de Florida, entre -6 y -1. El domingo por la mañana debería llevar las temperaturas más frías de Portland y Maine a Washington DC. «Es entonces cuando los registros serán desafiados o incluso se quebrarán, con temperaturas cercanas a -17 grados en muchos lugares», dijo Brian Hurley, un meteorólogo del Centro de Predicción del Tiempo del Servicio Meteorológico Nacional en College Park, Maryland.
Se espera que el clima más estacional vuelva recién a principios de la próxima semana, con temperaturas entre -1 y 4 grados. Para muchos, ese nivel de frío será considerado un verdadero alivio.
La tormenta, popularmente conocida como ciclón bomba, comenzó hace dos días en el Golfo de México y golpeó primero en Florida. Para el jueves estaba causando estragos, con ráfagas de viento en torno a 113 kilómetros por hora y la caída de hasta 46 centímetros de nieve.
Miles de escuelas y negocios tuvieron que cerrar sus puertas, además de las múltiples cancelaciones de vuelos. Los servicios públicos se vieron seriamente comprometidos durante algunas horas. En el sur, por ejemplo, el clima invernal obligó a instalar inodoros portátiles fuera del Capitolio de Mississippi, después de que las tuberías explotaron.
En Nueva Inglaterra, los fuertes vientos trajeron inundaciones costeras que alcanzaron niveles históricos en algunas ciudades, como Boston, con agua helada que desbordaba muelles, calles y restaurantes. Muchas personas quedaron atrapadas y tuvieron que ser rescatadas.
El jueves a la noche había al menos 24 mil personas sin luz en todo el estado de Massachusetts, informó el gobernador Charlie Baker. La Guardia Nacional desplegó 500 efectivos a lo largo de toda la costa. «Actualmente, la prioridad es asistir con soporte al transporte y a los vehículos», informó un comunicado.
Desde Maine hasta Nueva Jersey, todo el corredor de la autopista interestatal 95 quedó en condiciones de prácticamente nula visibilidad: todo se veía blanco y agitado por fuertes vientos. En Nueva York se han acumulado entre 12 y 25 centímetros de nieve; en Long Island, 30 cm; en zonas populares de Nueva Jersey como Cape May y Atlantic City, entre 33 y 43 cm.
(Con información de AP)
Fuente: Infobae.com