El gobierno de los Estados Unidos extendió este martes su prohibición de viajar al país a seis nuevos países, que de esta manera se suman a los siete cuyos ciudadanos ya enfrentan algún tipo de restricción actualmente.
Los países en cuestión son Myanmar, Eritrea, Kirguistán, Nigeria, Tanzania y Sudán. Según consignó el secretario de Seguridad Nacional interino, Chad Wolf, los ciudadanos de los primeros cuatro estarán imposibilitados de aplicar para conseguir visas para vivir o trabajar de manera permanente en los Estados Unidos.
En tanto, los de Sudán y Tanzania no podrán sumar sus nombres a la llamada “visa de la diversidad”, un programa por el cual, mediante una lotería, el gobierno otorga al azar visas a potenciales inmigrantes cada año.
“Estos países mayormente quieren ayudar, quieren hacer lo correcto, tienen relaciones con los Estados Unidos y en algunos casos las están mejorando. Pero por una variedad de razones, no lograron cumplir con los estándares. Y la única manera de mitigar los riesgos es imponer las restricciones a los viajes”, expresó Wolf en un contacto con la prensa.
El funcionario explicó a su vez que el criterio utilizado para tomar estas decisiones se enfoca en la cantidad de información sobre sus pasaportes y potenciales criminales comparten los países, a la vez que el riesgo a la seguridad nacional que representa el Estado en sí.
La lista actual establece fuertes restricciones al ingreso de ciudadanos de Irán, Siria, Yemen, Libia y Somalia, así como también restricciones específicas contra ciertos ciudadanos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y Corea del Norte. Irak, Chad y Sudán formaba parte del proyecto, pero fueron luego retirados.
La polémica Orden Ejecutiva, lanzada por Trump en los primeros días de su gobierno y en coordinación con una batería de medidas para reducir la inmigración al país, generó en su momento una enorme confusión en aeropuertos de todo el mundo y derivó en detenciones y deportaciones masivas. Fue también resistida por parte de organizaciones no gubernamentales dentro de Estados Unidos, que iniciaron acciones legales para intentar dejarla sin efecto.
Tras una serie de batallas legales y numerosas modificaciones al texto (entre ellas establecer excepciones para estudiantes y para aquellos que ya tengan familia viviendo en Estados Unidos), el proyecto llegó finalmente a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos en junio de 2018, que declaró su validez por 5 votos contra cuatro.
Fuente Infobae