El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que retirará a lo largo de esta semana al personal diplomático que todavía queda en su embajada de Caracas por el «deterioro de la situación» en Venezuela y por constituir su presencia un «obstáculo» a la estrategia de Washington.
«Esta decisión refleja el deterioro de la situación en Venezuela, así como la conclusión de que la presencia de personal diplomático en la embajada se ha convertido en un obstáculo para la política estadounidense», afirmó en Twitter el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
El 24 de enero, el Departamento de Estado ordenó el retorno de todos sus trabajadores gubernamentales «no esenciales» destinados a Venezuela y de los familiares de los diplomáticos. También aconsejó a los ciudadanos estadounidense que salieran del país petrolero.
Washington lidera una estrategia internacional para deponer a Maduro y entregarle el poder a Guaidó, quien ha recibido el reconocimiento de más de 50 países, en su mayoría americanos y europeos, aunque también de Israel y Australia.
Maduro, por su parte, mantiene el apoyo de Rusia y China, así como de Cuba, México o Bolivia.
Tanto Trump como sus más cercanos asesores en Washington han repetido que «todas las opciones», incluida la militar, «están sobre la mesa» para sacar a Maduro del poder.
La oposición venezolana convocó para el martes nuevas manifestaciones en el quinto día de un gigantesco apagón que ha paralizado el país, haciendo más profunda la crisis alimentaria y sanitaria.
Fuente: Infobae