El secretario británico de Exteriores, David Cameron, dijo el miércoles que Israel está “tomando una decisión de actuar” en respuesta al ataque iraní con misiles y drones del fin de semana, mientras Irán advertía que incluso la “más mínima” invasión de su territorio provocaría una respuesta “enorme y dura”.
Israel ha prometido responder al ataque sin precedentes de Irán, sin aclarar cuándo o cómo, lo que ha dejado a la región preparándose para una nueva escalada tras meses de inestabilidad asociada a la guerra aún abierta en la Franja de Gaza. Los aliados más cercanos de Israel, como Estados Unidos y Reino Unido, que ayudaron a repeler el ataque iraní, tratan de evitar una nueva escalada.
Por su parte, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, advirtió a Israel que no tomara represalias en un discurso en el desfile anual del ejército, celebrado en un cuartel en lugar de su ubicación habitual y que no se emitió en vivo en la televisora estatal, posiblemente por temor a ataques.
En comentarios recogidos por la agencia oficial de noticias iraní IRNA, Raisi dijo que el ataque del sábado fue limitado y que si Irán hubiera querido realizar uno más grande, “no quedaría nada del régimen sionista”.
Tanto Cameron como la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, estaban en Israel el miércoles en visitas separadas para reunirse con funcionarios de alto nivel. Los dos países europeos, que están entre los aliados más cercanos de Israel, han pedido moderación.
Cameron dijo que “está claro que los israelíes están tomando una decisión de actuar” contra Irán, pero que esperaba que lo hicieran “de una manera que sea inteligente además de dura, y que también haga lo menos posible por escalar este conflicto”, señaló tras reunirse con el presidente israelí Isaac Herzog, que tiene un puesto principalmente ceremonial.
Cameron dijo que el objetivo principal de su visita era redirigir la atención sobre la guerra en Gaza y la necesidad de un cese al fuego y la liberación de los rehenes retenidos por Hamás.
Por su parte Baerbock pidió a todos los bandos que impidieran la expansión del conflicto.
“Les aseguraré a nuestros socios israelíes la solidaridad plena de Alemania”, dijo el martes. «Hablaremos sobre cómo puede evitarse una nueva escalada con más y más violencia. Porque lo que importa ahora es detener a Irán sin fomentar una escalada adicional”.
Los dos ministerios dijeron que presionarían para imponer más sanciones internacionales a Irán.
Teherán lanzó cientos de misiles y drones a Israel durante el fin de semana en respuesta a un aparente ataque israelí contra una sede diplomática iraní en Siria el 1 de abril que mató a 12 personas, incluidos dos generales iraníes.
Con ayuda de Estados Unidos, Reino Unido, la vecina Jordania y otros países, Israel dijo haber interceptado con éxito casi todos los misiles y drones. Una niña de siete años resultó herida en el ataque, que no causó muertes ni daños graves.
Israel e Irán han librado una guerra encubierta durante décadas, pero el ataque del fin de semana era la primera agresión militar directa iraní contra Israel.
Las tensiones regionales se han disparado desde el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel lanzado por Hamás y Yihad Islámica, dos grupos armados palestinos con apoyo iraní. En el ataque murieron más de 1.200 israelíes y unos 250 fueron tomados como rehenes. Israel respondió con una de las ofensivas militares más letales y destructivas de la historia reciente, que ha matado a casi 34.000 palestinos, según funcionarios de salud en Gaza.
Israel ha retirado buena parte de sus fuerzas de la Franja de Gaza tras grandes ofensivas que dejaron a sus dos principales ciudades —Ciudad de Gaza y Jan Yunis— en ruinas. Sin embargo, las autoridades israelíes dijeron que la guerra no ha terminado y que tienen previsto enviar fuerzas de tierra a la ciudad más meridional de Gaza, Rafah, donde se ha cobijado más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del enclave huyendo de los combates en otros lugares.
Hamás aún retiene a unos 130 rehenes, de los que se cree que un cuarto ha muerto, y los esfuerzos internacionales por mediar un alto al fuego y una liberación de rehenes han hecho pocos avances.
El grupo armado libanés Hezbollah, otro estrecho aliado de Irán, ha intercambiado fuego con Israel en la frontera casi a diario desde que comenzó la guerra, en un conflicto de baja intensidad que amenaza con desatar una guerra abierta. Grupos respaldados por Irán en Irak y Siria también han realizado ataques, y los rebeldes hutíes con apoyo iraní en Yemen han golpeado el tráfico mercante internacional en el mar Rojo, algo que han descrito como un bloqueo sobre Israel.
El gobierno de Estados Unidos anunció el martes nuevas sanciones sobre Irán y ha trabajado para coordinar un rechazo global al ataque, al tiempo que insta a todos los bandos a rebajar tensiones. Las autoridades estadounidenses dijeron esta semana que el presidente, Joe Biden, había dicho al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que Washington no participaría en ninguna acción ofensiva contra Irán.
Parecía improbable que Israel atacara directamente a Irán sin respaldo estadounidense, pero podría recurrir a métodos más encubiertos como atacar a otros comandantes iraníes de alto nivel o grupos con apoyo iraní en otros países, o bien lanzar un ciberataque.
No estaba claro cómo podría responder irán, dadas las tensiones agravadas. Un error de cálculo de cualquier bando conllevaba el riesgo de desencadenar una guerra regional.
Fuente: AP