El analista Emilio Figueredo describió la actual lucha por el cambio en Venezuela como «una pelea a 15 rounds», indicando que la situación es compleja y se desarrolla en múltiples frentes, incluyendo la influencia de lobbies internacionales.
En una reciente entrevista, Figueredo señaló que existe información sobre cómo el «lobby petrolero está tratando de manejar los factores de poder con relación a la presencia y extensión de las actividades de Chevron en Venezuela». Advirtió que esta influencia busca moldear la política estadounidense hacia el régimen de Nicolás Maduro.
Respecto a las dinámicas en Washington, Figueredo mencionó que «Marco Rubio lo desmintió ayer», en aparente referencia a alguna información o narrativa específica sobre Venezuela. Añadió su escepticismo sobre la autonomía de ciertos funcionarios: «No creo que el representante del Departamento de Estado pueda hacer algo así y enfrentarse a Trump si [el presidente] no está de acuerdo».
Figueredo también se refirió a Richard Grenell, indicando que «no es la persona que está a cargo de toda la estrategia que hay para Venezuela», sugiriendo que Grenell podría estar «jugando su propio juego». Alertó sobre diferentes visiones dentro de actores políticos clave, especialmente «a la luz del 2026».
A pesar de este panorama, Figueredo confirmó que «sí hay negociaciones, pero no como ellos [posiblemente refiriéndose al régimen o sus aliados] dicen». También destacó el rol activo de la líder opositora María Corina Machado, afirmando que «está en contacto con los principales actores y figuras influyentes que participan» en el proceso venezolano.
El analista lamentó el impacto de ciertas noticias en la población, señalando que cuando surgen informaciones que parecen favorecer al régimen , «la gente se deprime», reflejando el desgaste de una crisis prolongada.