“Una vez que un padre lleva a un niño sin el permiso del otro padre al extranjero, es muy difícil lograr la restitución, porque hay que hacerlo normalmente mediante tribunales extranjeros, el padre que se queda atrás tiene que acudir a una corte extranjera, con leyes extranjeras, muy difícil, por eso mi oficina es la encargada de ayudar a los ciudadanos norteamericanos en el extranjero y a la vez proteger a los ciudadanos más vulnerables, los niños”.
“El servicio que ofrecemos en el Departamento de Estado en la oficina de Asuntos de Menores, es ayudar a cualquier padre sin tomar en cuenta ciudadanía, nacionalidad, documentado o no documentado, no tiene que ser ciudadano norteamericano, él o ella, que se queda en los Estados Unidos. Tienen el derecho de acudir a nosotros para que nosotros los ayudemos. Cómo lo hacemos?, depende de la situación. Hay un convenio internacional que se llama el Convenio de La Haya de 1980. Hay como 87 países, pero hay 69 países que son socios nuestros bajo el convenio, eso quiere decir, nuestra autoridad central, la cual es mi oficina, trabaja con las autoridades centrales de los países donde se encuentran esos niños y esas autoridades centrales son responsables para ayudar, que un tribunal en su país tan rápido como sea posible devuelva al niño a su país de residencia habitual. Esa es la meta del convenio”.
“En muchos países donde el convenio no tiene vigencia, como en Medio Oriente, entonces hay que trabajar exclusivamente mediante el sistema civil de ese país lo cual es muy difícil”.
El teléfono para comunicarse es 1-888-40-4747.
“Los servicios que ofrece mi oficina son gratis, pero no podemos desgraciadamente pagar los gastos que ocurren en el otro país, a veces cobra el tribunal, cobran los abogados y en ese sentido podemos tratar de buscar una cooperación con el sistema de ley civil en el país, todo depende del país. Nuestras embajadas y nuestros consulados en caso de ciudadanos americanos pueden ayudar, no con dinero, pero dar apoyo y no solo en caso de ciudadanos americanos, cualquier caso bajo el Convenio de La Haya, nuestras embajadas y consulados pueden ayudar”.
“La prevención es lo más importante, porque si hay una sospecha, hacer una consulta con nosotros para que los ayudemos a evitar tales casos, porque una vez que el niño ya se encuentra en el extranjero es mucho más difícil, hacemos lo que podemos porque para nosotros es muy importante proteger a nuestros ciudadanos más vulnerables”.
