El Senado debatía el domingo en una sesión de toda la la noche, en la que los republicanos intentaban impulsar el amplio proyecto de ley de recortes fiscales y de gastos del presidente Donald Trump frente a la creciente oposición demócrata, e incluso algunas reservas del propio mandatario sobre los recortes presupuestarios.
El resultado del fin de semana de trabajo en la cámara alta sigue siendo incierto y altamente volátil, y la votación nocturna se ha pospuesto hasta el lunes. Los líderes del Partido Republicano se apresuran a cumplir con el plazo del 4 de julio que Trump estableció para aprobar el paquete, pero apenas aseguraron el apoyo suficiente para superarlo en un obstáculo de procedimiento el sábado por la noche, en una escena tensa. Un puñado de republicanos se rebelaron, y fueron necesarias llamadas telefónicas del propio Trump y una visita del vicepresidente JD Vance para mantenerlo en marcha.
El senador republicano Thom Tillis de Carolina del Norte anunció el domingo que no aspirará a la reelección después de que Trump lo acosara por decir que él no podía votar a favor del proyecto de ley debido a sus fuertes recortes al Medicaid. Un nuevo análisis de la Oficina de Asuntos Presupuestarios del Congreso encontró que 11,8 millones más de estadounidenses quedarían sin seguro para 2034 si el proyecto de ley es promulgado. También dijo que el paquete aumentaría el déficit en casi 3,3 billones de dólares en la década.
Pero otros republicanos del Senado, junto con conservadores en la Cámara de Representantes, presionan para que haya recortes más profundos, particularmente en la atención médica, ante lo cual recibieron su propia advertencia inesperada de Trump.
“¡No se vuelvan demasiado locos!”, publicó el mandatario en redes sociales. “Recuerden, todavía tienen que ser reelegidos”.
En total, el proyecto de ley del Senado incluye unos 4 billones de dólares en recortes fiscales, haciendo que sean permanentes las tasas de Trump de 2017, que expirarían a fin de año si el Congreso no actúa, mientras añade las nuevos que él promovió en su campaña, incluida la eliminación de impuestos sobre las propinas.
El paquete del Senado revertiría miles de millones en créditos fiscales para energía verde que los demócratas advierten eliminarán inversiones en energía eólica y solar a nivel nacional, e impondría 1,2 billones de dólares en recortes, en gran parte al Medicaid y los cupones de alimentos, al imponer requisitos de trabajo y hacer más estricta la elegibilidad para inscribirse.
Además, el proyecto de ley proporcionaría una inyección de 350.000 millones de dólares para la seguridad fronteriza y nacional, incluidas las deportaciones, parte de ello financiado con nuevas cuotas cobradas a inmigrantes.
Si el Senado puede aprobar el proyecto de ley, necesitaría regresar a la Cámara de Representantes. El presidente de ese recinto legislativo, Mike Johnson, ha dicho a los legisladores que estén listos para regresar a Washington esta semana.
Los demócratas están listos para luchar toda la noche
Incapaces de detener el avance hacia la aprobación del proyecto de ley de 940 páginas, los demócratas, en su calidad de partido minoritario en el Congreso, están utilizando las herramientas a su disposición para retrasar y prolongar el proceso.
Los demócratas obligaron a una lectura completa del texto, lo cual se llevó unas 16 horas. Luego los senadores pasaron al debate, llenando la cámara con discursos, mientras que los republicanos se mantuvieron al margen en gran medida.
“Imprudente e irresponsable» , dijo el senador Gary Peters. «Un regalo para la clase multimillonaria”, expresó el senador Bernie Sanders.
La senadora Patty Murray, la demócrata de mayor rango en la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, expresó una preocupación particular sobre el método contable que están utilizando los republicanos, el cual dice que los recortes de impuestos del primer mandato de Trump ahora son “una política actual” y el costo de extenderlos no debería incluirse en los déficits.
“En mis 33 años aquí en el Senado de Estados Unidos , las cosas nunca —nunca— han funcionado de esta manera”, manifestó Murray, la demócrata con más años de servicio en esa comisión presupuestaria.
Dijo que ese tipo de “matemáticas mágicas” no funcionará con los estadounidenses que intentan equilibrar sus propios libros de cuentas domésticos.
“Vuelvan a casa e intenten ese juego con sus electores”, señaló. “Todavía necesitamos sacar a la gente de su atención médica… eso es demasiado caro. Todavía necesitamos cerrar esos hospitales… tenemos que reducir costos. Y todavía tenemos que sacar a la gente de SNAP (siglas en inglés del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria)… porque la deuda está fuera de control”.
Sanders indicó que la decisión de Tillis de no aspirar a la reelección muestra el control que el culto a la personalidad de Trump tiene sobre el Partido Republicano.
“Literalmente estamos sacando la comida de la boca de niños hambrientos”, manifestó Sanders, mientras se otorgan recortes de impuestos a Jeff Bezos y a otros multimillonarios ricos.
Los líderes republicanos se mantienen sin inmutarse
Los republicanos están utilizando sus mayorías para hacer a un lado la oposición demócrata, y parecían no dejarse amedrentar, incluso cuando se han topado con una serie de contratiempos políticos y de políticas.
“Vamos a aprobar el ‘gran y hermoso proyecto de ley’”, declaró el senador republicano Lindsey Graham, presidente de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias.
Los republicanos rebeldes siguen reacios a otorgar sus votos, y sus líderes casi no tienen margen de maniobra, dada lo estrecho de su mayoría. En esencia, cuando mucho pueden permitirse tres disidentes de su propio partido en el Senado, con su ventaja de 53-47, y una cifra similar en la cámara baja, siempre y cuando todos sus miembros se presenten y voten.
Trump, quien por momentos ha permitido cierta flexibilidad en cuanto al plazo que estableció, mantuvo la presión sobre los legisladores para que concluyan.
Amenazó con hacer campaña contra Tillis, quien estaba preocupado de que los recortes a Medicaid dejaran a muchos sin atención médica en su estado. Trump reprendió nuevamente a Tillis el domingo por la mañana, diciendo que el senador “ha perjudicado al gran pueblo de Carolina del Norte” .
Más tarde el domingo, Tillis emitió un extenso comunicado en el que anunció que no buscaría ser reelegido en 2026.
En un apasionado discurso vespertino, Tillis compartió sus puntos de vista, argumentando que el enfoque del Senado es una traición a la promesa de Trump de no quitarle la atención médica a la gente.
“Podríamos tomarnos el tiempo para hacer esto bien”, tronó. Pero hasta que eso no ocurra, dijo que seguiría oponiéndose.
Los demócratas no pueden obstruir, pero sí pueden retrasar
Valiéndose de un procedimiento legislativo llamado reconciliación presupuestaria, los republicanos pueden apoyarse en una votación por mayoría simple en el Senado, en lugar del umbral típico de 60 votos para superar objeciones.
Sin la táctica dilatoria, los demócratas se han aferrado a otras herramientas para presentar sus objeciones.
Una es la lectura completa del texto del proyecto de ley, algo que se ha hecho en situaciones pasadas. Los demócratas también tienen la intención de usar sus 10 horas completas de tiempo de debate disponible, que ahora están en marcha.
Y luego los demócratas están preparados para proponer docenas de enmiendas al paquete, un proceso llamado voto-a-rama, en el que después de un breve debate, cada una de las enmiendas se someten a votación. Pero los republicanos pospusieron esa sesión nocturna hasta el lunes en la madrugada.
Senadores republicanos a observar
Mientras el conteo de votos del sábado oscilaba, la atención se centró en la senadora republicana Lisa Murkowski, quien estaba rodeada por los líderes de su partido en una intensa conversación. Votó “sí”.
Varias disposiciones del paquete están diseñadas para su estado en Alaska, pero algunas no cumplían con las estrictas reglas del parlamentario del Senado.
Poco después, el líder de la mayoría republicana, John Thune, convocó a los senadores Rick Scott, Mike Lee y Cynthia Lummis a su oficina. Vance se unió.
Más tarde, Scott dijo: “Todos queremos llegar al sí”.
Fuente: LISA MASCARO, KEVIN FREKING y JOEY CAPPELLETTI Associated Press