Una brutal tormenta invernal azota desde el miércoles con heladas y nieve a la región costera del sureste de Estados Unidos, y algunas partes de Florida, Georgia, Carolina del Sur se vieron afectadas con la mayor nevada en casi tres décadas. Los meteorólogos advirtieron que el mismo sistema podría convertirse en poco tiempo en un ciclón de rápido desarrollo, a medida que avance por la Costa Este. Indicaron que consigo llevaría vientos con fuerza de huracán, inundaciones y gran cantidad de nieve.
Al menos 17 muertes fueron atribuidas a las bajas temperaturas que durante días se han apoderado de una franja de Estados Unidos que va de Texas a la región de Nueva Inglaterra. Una alerta de tormenta invernal está vigente desde la región del parque nacional Big Bend, en la Costa del Golfo de Florida, hasta el norte del país en la costa del Atlántico. Los especialistas indicaron que los vientos huracanados que azotaban a la región podrían generar oleaje de hasta siete metros.
Este preocupante escenario llevó a la dirigencia política a pedirle a la población que permanezca en sus hogares. «Los caminos cubiertos de nieve, los fuertes vientos y el hecho de que la tormenta va a traer entre 5 y 8 centímetros de nieve por hora, hará que resulte muy peligroso manejar. Le pedimos al público que por favor se mantenga fuera de las carreteras, a menos que sea absolutamente necesario, y que use el transporte público», dijo en una conferencia de prensa Charlie Baker, gobernador de Massachusetts.
En el mismo sentido se manifestó Henry Mcmaster, gobernador de Carolina del Sur. «No manejen si no es necesario. Háganlo sólo si es absolutamente necesario, pero, de lo contrario, no. No pongan en riesgo al personal de emergencia, porque si salen y les pasa algo, alguien va a tener que ir a buscarlos, y eso pone a todos en riesgo. Además, los saca de otras tareas que tienen que estar haciendo».
La situación es especialmente crítica en el sur, donde la gente está poco acostumbrada a ese tipo de invierno, que es común en el norte del territorio. Las escuelas suspendieron las clases unos meses después de ser cerradas por amenazas de huracán.
En Savannah, Georgia, la nieve cubrió las exuberantes plazas del centro de la ciudad y se acumuló en las ramas de los robustos robles por primera vez en casi ocho años. Los camiones de volteo esparcieron arena en las calles principales previo a la tormenta y la policía cerró varios puentes, pasos a desnivel y una carretera importante debido al hielo.
Fuente: Infobae.com