MIAMI – El huracán Sally de categoría 1 se desplaza muy lento por el Golfo de México a solo horas de impactar las costas de Estados Unidos, donde se pronostican fuertes inundaciones en partes de los estados de Louisiana, Mississippi y Alabama.
De acuerdo al boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de este martes a las 5:00 a.m. hora del Este, Sally se encontraba a 60 millas al este-sureste de la desembocadura del río Mississippi, y a 115 millas al sur-sureste de Biloxi, Mississippi.
El sistema tenía vientos máximos sostenidos de 85 millas por hora, y se movía en dirección oeste-noroeste a una velocidad de traslación de solo dos millas por hora.
Las alertas por huracán fueron sustituidas por alerta de tormenta tropical para la desembocadura del Río Pearl hacia el oeste hasta Grand Isle, Louisiana, incluida Nueva Orleans, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Se suspendió la alerta de tormenta tropical al oeste de Grand Isle.
Las alertas de huracán habían abarcado desde Grand Isle, Luisiana, y hasta Navarre, Florida, aunque los expertos -que insistían en una incertidumbre “significativa”- habían ido moviendo al este la ruta prevista del meteoro.
Eso calmó el temor en Nueva Orleans, que en un principio parecía estar en plena trayectoria de la tormenta. Pero hizo que el gobernador de Florida, Ron de Santis, declarase una emergencia en los condados más occidentales de la franja noroeste del estado, que el martes por la mañana ya sufrían aguaceros provocados por Sally.
La amenaza de fuertes lluvias y marejadas ciclónicas se veía agravada por el lento avance de la tormenta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó el lunes declaraciones de emergencia para partes de Louisiana, Mississippi y Alabama, e instó en Twitter a la población a escuchar a sus autoridades locales y estatales.
Se esperaba que el huracán Sally más tarde virase hacia el norte y que el centro del huracán pasara cerca de la costa sureste de Louisiana, según un comunicado del Centro Nacional de Huracanes.
Los meteorólogos esperaban que el viento alcanzara hasta 110 mph sobre las aguas cálidas del golfo antes que el sistema arremetiera contra tierra.
En su rumbo actual, se estimaba que tocaría tierra cerca de la frontera entre Alabama y Mississippi el martes por la noche o el miércoles de madrugada.
El lunes fue la segunda ocasión de la que se tenía registro en la que había cinco ciclones tropicales activos a la vez en la cuenca del Atlántico.
La última vez que ocurrió fue en 1971. No se esperaba que ninguno de los otros sistemas amenazara a Estados Unidos esta semana o en absoluto, y uno fue rebajado a sistema de bajas presiones el lunes por la noche.
Al igual que la catastrófica temporada de incendios forestales en el Oeste de Estados Unidos, la extraordinaria temporada de huracanes ha centrado la atención en el papel del cambio climático.
Los científicos dicen que el cambio climático está dando aún más fuerza a los huracanes más poderosos. Además, el aire más cálido atrapa más humedad, haciendo que las tormentas lleven más lluvia, y la subida del nivel del mar derivada del calentamiento global empeora las marejadas ciclónicas.
Otras tormentas se han formado en el Atlántico, incluyendo a Paulette, René, Teddy, y Vicky.
Fuente: Telemundo