“Me enteré con estupor, sorpresa y todo lo demás de lo que había ocurrido. Y fue el mismo día, esto ocurrió el sábado a las dos de la tarde, creo que a las cinco de la tarde ya estaba por todos lados la noticia”.
“Cocaína sintética en cuanto a sus efectos y son bastante más poderosos que los de la cocaína. A las sales de baño añádeles el cristal y añádele a esto el éxtasis que es otro estimulante. Lo que une a estas tres cosas juntas es que estas tres drogas te llevan a buscar el placer, te vuelven un autómata en busca de placer y nunca te satisfaces, nunca acabas de llenarte. Las tres drogas estas tiene esa característica, hay una cuarta que ha llegado últimamente y es la marihuana sintética, spice”.
“La víctima del come cara fue un estudiante de buena familia en uno de los colegios más exclusivos de Nueva York, Stuyvesant Prep, y ya tú ves dónde llegó. Por qué llegó él ahí?, no tengo idea. Cada uno tiene su camino, el que me llevó a mí a la calle fue la drogadicción”.
“Este señor, el come cara, así le llamo yo, tiene que haber estado bajo la influencia de algo, porque una persona normal no lo hace. Ahora, las drogas han cambiado, estas nuevas drogas que están en la calle son de efecto multiplicado. Si el cristal, la crystal meth, es muchísimo más fuerte que la cocaína, las sales parecen ser muchísimo más fuertes que el cristal, porque al efecto añadido de producir alucinaciones existe un canibalismo sexual en el mundo animal especialmente entre los insectos. Este caso me recuerda eso”.
“La drogadicción es una enfermedad, pero una enfermedad sui géneris. ¿A qué me refiero?, en inglés a las bebidas alcohólicas las llaman spirits, bebidas espirituosas, denota una realidad, estas substancias toman posesión, remplazan tu propio espíritu. Es una posesión espiritual a manos de espíritus químicos, el espíritu químico que toma control de la persona cuando está bajo los efectos de una droga, eso es terrible, absolutamente terrible”.
“A la gente le va a resultar difícil creer esto, pero para mí fue una época de descubrimiento espiritual muy grande y todavía al día de hoy sigo cosechando lo que sembré. Yo no le voy a decir que se vayan a vivir a la calle a usar drogas, pero en mi caso, cada uno es diferente, en mi caso, hubo una inquietud espiritual, porque son espíritus químicos los que te controlan cuando llegas a eso y la salida también tiene que ser espiritual. Pones un espíritu químico en reemplazo del tuyo propio porque lo consideras insuficiente para ti. Al salir tienes que restablecer el espíritu tuyo en su lugar. Es un regreso espiritual”.