El embajador de Colombia en Estados Unidos, Daniel García-Peña, ha destacado la importancia de que Washington y Bogotá puedan «superar las diferencias» en una rueda de prensa celebrada este martes en la sede diplomática tras la orden del presidente colombiano, Gustavo Petro, de que su representante en el país norteamericano regresase a su puesto tras la llamada a consultas el pasado viernes.
«Estamos comprometidos con la relación bilateral», ha afirmado García-Peña, haciendo hincapié en la importancia para los dos países de «poder superar las diferencias que tenemos». «El presidente fue muy claro en las instrucciones que recibí para regresar aquí a la ciudad de Washington: es cómo mantener esos diálogos abiertos e insistir en una agenda constructiva que les beneficie a los dos países», ha explicado en una comparecencia desde la delegación diplomática.
El embajador ha reconocido la existencia de diferencias entre Washington y Bogotá, pero ha subrayado que «el propósito es que nos centremos en esos ítems, en esos asuntos que son de común interés, donde hay claras coincidencias que se han construido históricamente» entre dos países que, según sus explicaciones, «siempre buscan por las vías diplomáticas superar las diferencias y los malentendidos con el fin de fortalecer la relación».
De esta forma, ha detallado un plan para ahondar en la agenda bilateral y que incluye «la lucha contra el crimen transnacional, donde Colombia y Estados Unidos tenemos enemigos comunes» y la política de extradiciones, en la que ha destacado que «este Gobierno ha cumplido con las órdenes de extradición superando los niveles históricos».
En el mismo marco, García-Peña ha hecho referencia a dos extradiciones suspendidas por las autoridades colombianas por tratarse de individuos involucrados en procesos de paz, una medida que ha vinculado a una política ya desarrollada por anteriores administraciones. Con todo, el embajador ha afirmado que «la suspensión no implica desconocer la orden de extradición», ya que «en caso de que estos individuos no cumplan con los compromisos, (las suspensiones) serán revocadas e inmediatamente serán extraditados a Estados Unidos».
Otro de los temas nucleares de esa agenda bilateral se centra en las expulsiones de ciudadanos colombianos desde el país norteamericano, un asunto en que «el presidente reiteró el compromiso de Colombia de seguir colaborando con los procesos de deportación digna».
Además, el diplomático colombiano ha hecho referencia también a la relación comercial entre ambos países en el marco del despliegue de aranceles a la mayoría de países del mundo por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En este sentido, García-Peña ha reiterado la voluntad de Colombia de «analizar lo que los estadounidenses consideran obstáculos o barreras al comercio para garantizar, por un lado, que se siga ampliando esta relación bilateral entre los dos países en materia comercial, y también el acceso de los productos colombianos al mercado estadounidense».
ESTADOS UNIDOS ESPERA «TENER UNA MEJOR RELACIÓN» CON COLOMBIA
Paralelamente, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, ha celebrado una rueda de prensa en la que ha confirmado «conversaciones sobre acuerdos de seguridad con Colombia». «Sé que también se han llevado a cabo negociaciones comerciales con ese país y esperamos tener una mejor relación allí», ha agregado.
«Sé que el presidente Trump está trabajando muy duro para construir relaciones con todos los países con el fin de asegurarse de que estamos devolviendo a casa a sus ciudadanos que pueden estar en nuestro país cometiendo delitos ilegalmente», ha manifestado acerca de la intensa política de deportaciones de su Gobierno.
Las declaraciones de ambos responsables se han producido un día después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano difundiera una carta remitida por Petro a Trump para excusarse por sus declaraciones en las que apuntaba al secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, por su supuesta implicación en un intento de golpe de Estado.
El presidente de Colombia quiso «aclarar que cualquier expresión mía que haya sido interpretada como una acusación directa no tenía la intención de señalar a nadie ni de cuestionar sin fundamentos el papel de Estados Unidos».
En la misiva, Petro rechazó «de manera categórica» los señalamientos posteriores al atentado contra el político conservador Miguel Uribe atribuyendo el ataque a la «retórica violenta» de Bogotá, una aclaración tras la que propuso pasar página y planteó una cumbre entre el Gobierno de Estados Unidos y los de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Fuente: Europa Press