Durante generaciones, los padres les han dicho a sus hijos que salgan a jugar. Ahora, un estudio reciente sugiere un beneficio añadido de ese consejo: la actividad física podría reducir el riesgo de depresión de los niños.
Los investigadores evaluaron a unos 700 niños de 6, 8 y 10 años de edad. Los niños que hacían ejercicio entre moderado y vigoroso con regularidad fueron menos propensos a desarrollar depresión a lo largo de cuatro años, encontraron los investigadores.
«Ser activo, sudar y armar actividad intensa ofrece más que solo beneficios para la salud física. También protegen de la depresión», dice un comunicado de prensa de la Universidad Noruega de Ciencias y Tecnología que estudió si los niños que tienen síntomas de depresión son menos activos físicamente a lo largo del tiempo».
Se necesita más investigación para confirmar los resultados del estudio. Los resultados de la investigación no arrojaron que el ejercicio regular causara una reducción en el riesgo de depresión.
El estudio aparece en la edición de febrero de la revista Pediatrics.
